Capitulo 6(*)

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"La mitad de su belleza era su extraña forma de pensar"

Hoy al llegar a la universidad no fue como todos los días. La primera hora fue tan aburrida, la segunda aún, pero y a la tercera estaba a punto de pegarme un tiro justo entre las cejas. No lo aguantaba. Opte por la opción de saltarme las siguientes clases. Cuando me senté en la mesa de siempre caí en cuenta de que los únicos que habíamos venido hoy éramos Ethan y yo. Lea, Axel, Logan y Luke se habían quedado por razones... un poco extrañas.

La verdad, no quise entrar en contexto.

Pero mi humor cayó en picada cuando no vi por ningún lado a Dominik, o a Devon, ni siquiera a Diamond. Fue una completa mierda haber venido hoy, pero tendré que esperar a que a Ethan puedan darle todos los exámenes importantes para poder irme con él. Una puta pesadilla.

Pero en el único lugar que puedo esconderme sin morir en el intento es, un lugar que debería mantenerme en distancia, pero en vez de eso sigue llenándome.

La biblioteca.

Diría que el lugar es tranquilo, silencioso, pero estaría mintiendo más de lo que me permito. El rincón de donde conocía a Devon me susurra cosas perturbadoras al oído, podría temerle, dar un paso atrás. Pero aun así sigue atrayéndome.

También podría decir que los libros me traen paz, una maldita mentira. Las páginas me traen recuerdos, nostalgia y dejavú. Tristeza, a veces odio también. Pero la mayoría de las veces, me traen caos. Más caos de que siento en mi interior ahora.

Una maldita lástima.

Con curiosidad paseo las estanterías gigantescas de la biblioteca. Buscando. Analizando. Paso mis dedos por los pomos de los libros, deteniéndome cada vez que alguno llama mi atención.

—¿Qué libro buscas?—La voz tierna de un chico retumba por toda la biblioteca silenciosa. No intento voltearme, ansiosa para que tome esa acción como un "déjame en paz" pero no lo hace. —Puedo ayudarte con lo que buscas.

Pongo los ojos en blanco.

—No necesito tu ayuda para buscar un misero libro. —Logro sostener con suavidad un libro, segura de que esta será la próxima dimensión donde me sumergiré.

Encaro al chico de un muy atractivo físico, ojos castaños y cabello del mismo color. La suavidad de sus facciones delicadas me hace cuestionar el hecho de que sea un chico. Tiene el cutis más cuidado que el mío.

Se ríe por mis anteriores palabras.

—Regularmente las chicas como tú suelen ser un poco más ¿cómo decirlo?, más delicadas.

—¿Te incomoda que no sea como las chicas muy femeninas a las que estás acostumbrado?

Niega.

—Por supuesto que no. Para ser honesto, es muy gratificante enconarme con alguien como tú.

Ladeo la cabeza mientras lo analizo de pies a cabeza. Su sudadera café hace una elegante combinación con su pantalón blanco un poco ajustado.

—Bueno, me alegro de haberte caído excelente. Pero apártate de mi camino, lindura.

Traga saliva.

—Quería hacerte saber que si necesitas mi ayuda en algo...

—Gracias, pero no la necesito.—Intento pasar de él con indiferencia, pero su mano sale disparada hacia mi brazo.

Lo fulmino con la mirada. Detesto que personas que no tengo la menor idea de donde salieron me tocarán.

—¿Cuál es tu nombre?—Libero mi brazo bruscamente de su ligero agarre. —Lo siento.

SIBILINO [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora