CAPÍTULO IV. MISTER

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Seth.

Después de la reunión con los jefes del CMFE, la imagen de esa mujer sigue apareciendo en mi mente. El parecido con mi Serenah es inigualable y por eso siento una gran necesidad por conocerla.

La gran diferencia entre esas dos mujeres es que mi bello ángel poseía un corazón enorme y puro. Con su sola presencia hacía que todos fuéramos unas mejores personas y siempre buscaba la justicia para los necesitados, mientras Hell Mussollini desprende aires de grandeza y un aura oscura llena de perversión y crueldad. Todo en ella destila peligro y su gran belleza hace caer hasta el hombre más fuerte.

Luz y obscuridad. Día y noche. Bien y mal, vienen las palabras a mi mente.

Contemplo cada una de las fotografías que adornan las paredes del lugar. Una de ellas llama mi atención. Aquella fotografía me llenan de recuerdos de cuando recién ingresé a la CMFE con la determinación de ser un mejor hombre para mi esposa, pero bien se dice que cuando la maldad está dentro de tu alma nunca desaparece. Solo se apacigua esperando resurgir con mayor fuerza que antes.

Desde mi nacimiento llevo la responsabilidad de convertirme en el heredero de la dinastía Sallow. Se me ha preparado para torturar y matar sin rastro de piedad.

Estoy corrompido con sangre culpable e inocente de todas aquellas personas que debía eliminar.

Cada uno de los miembros de mi familia lleva un tatuaje distintivo con el que se da a conocer cuál es el cargo que tendrá en la mafia. Es la marca de iniciación ante el mundo del crimen. El tatuaje de un dragón negro con dos cabezas abarca toda la parte de mis costillas hasta la espalda. Una de las cabezas es de un dragón con seis cuernos que representa el poder como primer hijo mientras que la segunda cabeza es la de una pantera que significa lo salvaje, feroz, cruel y peligroso que puedo ser con mis enemigos.

El monstruo sanguinario fue encarcelado cuando conocí a Serenah. Aquella mujer robó mi corazón y por eso decidí traicionar a mi familia para unirme a la CMFE. Le hice un juramento de que jamás volvería a mi vida llena de brutales carnicerías que solía desatar.

Dejo de mirar la fotografía y sigo caminando hasta llegar a la sala de entrenamientos. En esta ocasión voy a preparar a mi tropa para la asignación. Empujo la puerta y mi escuadrón aún sigue peleando entre ellos.

Repaso a cada uno de ellos para saber qué rol pueden cumplir a la perfección en esta misión de encubierta.

—Paren con el patético combate. Sus técnicas carecen de fuerza y eficacia, Reindeer y Davet —les riño. A estas alturas dos tenientes como ellos deben tener dominados cada uno de los entrenamientos de combate—. La ministra acaba de darme la próxima asignación para la tropa.

Aisha es la primera en hablar.

—Joder. Ya era hora. ¿De qué se trata? —Curiosea—. ¿Peleas de Cartel, protección para alguien importante, destruir a la Bratva? —Insiste.

Enarco una ceja ante su falta de disciplina y respeto ante sus superiores.

Sin duda ella encaja con una Ama.

—Cierra maldita la boca, Khinds. No te he dado ningún puto permiso para interrumpirme —digo con severidad. Aprieta sus puños con fuerza, pero se calla—. ¿Alguien conoce lo que significa BDSM? —Indago, para saber que tanto están informados sobre el tema.

No pienso quedar como un pendejo frente los Amos solo porque el equipo no se entrenó adecuadamente para hacer su trabajo.

—Es una práctica sexual de Dominación y Sumisión —responde Adam.

DEPRAVITY ||TABOO #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora