DEPRAVITY ||TABOO #1||

CAPÍTULO XVIII. TORTURE AND AUCTION

Hell.

Maquino un nuevo plan de ataque mientras el auto sigue su curso.

He despertado cuando me colocaron sobre el asiento trasero de la camioneta, pero decidí hacerme la desmayada. Los hombres están tan absortos celebrando su victoria sobre mí y la mafia Mussollini que no se esperan un ataque de mi parte.

-No hagas nada, Hell -me detiene la soldado del General. Le miro con odio y Aisha rueda los ojos, pero sé que nos necesitamos de la una a la otra para salir de esta situación de mierda. Las mujeres somos más peligrosas que los hombres porque lo arriesgamos todo por sobrevivir. La Teniente General me da una sonrisa de maldad y eso solo significa que algo tiene entre manos-. Podemos escapar de estos idiotas o destruimos a esa organización desde adentro. Tú decides, Mussollini. Sé que eres una luchadora y asesina excepcional. Te odio y eso no va a cambiar, pero creo que tenemos la oportunidad de derrotarlos porque juntas somos invencibles.

Enarco una ceja con arrogancia.

-El sentimiento es mutuo, Khinds -digo por lo bajo. Mis ojos no se despegan de los hombres que nos custodian. Nos dirigimos por El Strip de las Vegas y los casinos están en su máximo esplendor. Por supuesto que la Strixx iba a tener un escondite en el corazón de la ciudad del pecado, me digo demasiado obvia-. Muy bien, Aisha. Vamos a derrumbar a esos malditos bastardos en su propio juego -pacto con ella.

Ambas entrecerramos los ojos cuando sentimos la mirada de ellos puestos en nosotras.

-Estas putas van a ser torturadas antes de ser vendidas en la subasta -se burla uno de ellos. Resisto el instinto de matar a esos sujetos porque sé que si no destruyo a la Strixx, pronto el caos se desataría y ellos van a tener demasiado poder para ser eliminados en una guerra-. Es una lástima que una mujer como Hell Mussollini cayera tan bajo.

-Lo importante es que La Strixx ya tiene a su objetivo y que con ella en sus manos, ha caído la mafia más poderosa de Italia. Ahora ya son posibles las alianzas entre los gobiernos de los países poderosos y las mafias para controlar a todo el mundo -comenta el otro hombre.

Aisha y yo escuchamos todo lo que ellos alardeaban de sus jefes.

Mis heridas duelen y aún están sangrando. Necesito curarme antes de que se infecten, pero ya no es imposible hacerlo. La Strixx nos quiere débiles para que no opongamos resistencia.

La camioneta se estaciona frente al Venetian Hotel Resort Casino. Nos sorprendemos al instante al ver el edificio. Por fuera el hotel está rodeado de canales por los que circulan góndolas en los que te puedes dar una vuelta. Los hombres bajan de la camioneta y nos toman para llevarnos sobre sus brazos. Dan un último vistazo antes de subir por las escaleras para ingresar en el lujoso establecimiento.

El hotel es espectacular tanto exterior como interiormente. El interior es lujoso con pasillos y columnas de mármol veneciano.

Los dos sujetos caminan por el lobby y las parejas que están sentadas, nos ven con ternura pensando que son dos hombres cargando a sus novias, pero no tienen ni la más puta idea que ellos nos están entregando ante los verdaderos monstruos que ya esperan nuestra llegada en una de las salas subterráneas del hotel. He escuchado rumores que nadie tiene acceso a ellas, solo los de la Élite o de grandes organizaciones poderosas.

-Bienvenidos, caballeros. ¿Cuentan con una reservación o desean hacerla? -Habla con profesionalismo la recepcionista.

Achico la vista y la mirada de la mujer no se despega de Aisha y yo en los brazos de los hombres. Se muerde el labio con nerviosismo mientras espera la respuesta.

-Nuestras novias se han quedado dormidas en el trayecto -explica el que me lleva en sus brazos. El hombre acaricia mi cabello y una descarga le atraviesa al instante porque siento como se tensa. Siento su mirada por unos segundos y me arriesgo a abrir un poco mi ojo. Sacude su cabeza para recuperarse y se aclara la garganta-. Unas personas nos esperan en las habitaciones ocultas.