CAPÍTULO XXI. PAKHAN

482 35 0
                                    

Hell.

Isla de Oahu/ Hawái

Torneo del Black Circle

Una semana después...

Estoy temblando a causa de la fiebre por las heridas que aun no están completamente curadas. Algunas ya se me están infectando y aquí en el Black Circle nos tratan como maquinas de pelear.

La última pelea con Killer Queen me ha dejado sumamente mal. Es la única de este patético lugar que ha logrado darme pelear por más de media hora. Ella también quedo igual o peor que yo. Toda la pelea nos mantuvimos a la par hasta que le hice la misma oferta que al Pakhan y ella a regañadientes accedió.

La oscuridad envuelve la putrefacta habitación. Estoy en la cueva roja o de castigo. Los hijos de perra de La Strixx les ordenaron que me lleven lejos del Pakhan de la Bratva de los Ángeles porque temen que haga una alianza con ese numeroso clan que tiene y alzarme nuevamente. No quieren darme una oportunidad o saben que solo eso me basta para destruir todo a mi paso.

Un par de ratas pasa por mis piernas para roer la carne podrida de los cuerpos ya sin vida que me acompañan. Gracias a Maksim y a sus entrenamientos las brutales palizas que los hombres de este torneo me dan después de cada pelea para debilitarme no me han hecho perder esa sed de venganza que llevo en mi despiadada alma.

—Es hora del baño, Valkyria —dice de forma burlesca uno de los carceleros de aquí. Me tiran dos cubetas llenas de orina y lo único que hago es cubrirme la cara para evitar tragarme algo de ese asqueroso liquido—. Tal vez si eres una buena puta y nos chupas la polla a los dos... —se relame los labios— podemos ayudarte a asearte para que las heridas no se te infecten.

Me pongo de pie y camino hasta ellos. Sus ojos me miran aterrados, pero tratan de hacerse los valientes frente a mí.

Aún estando tras una puerta y echa una completa mierda, puedo causar miedo a quien se atreva a estar delante de mi presencia.

A los imbéciles como ellos puedo convencerlos tan sencillo de que hagan lo que deseo.

—Entren y verán que tendrán la mejor mamada de su vida. —Trato de hacerme la inocente y frágil ante ellos para que caigan directamente en la trampa—. Estoy tan enferma que no puedo poner resistencia ante dos hombres tan fuertes.

Ambos se miran y se dedican una sonrisa cómplice con la que puedo saber que van a caer directamente en mis artimañas. Retrocedo hasta la pared opuesta y escucho como abren el cerrojo de la puerta. Empujan el pórtico con un fuerte estruendo en contra de la pared e ingresan a la mugrosa habitación.

Uno de ellos revisa antes el pasillo para cerciorarse que no hay nadie que pueda estarlos vigilando. Mantengo la mirada sobre ambos en todo momento y el hombre que me ha mencionado sobre su asquerosa oferta se empieza a desabotonar el pantalón mientras que su compañero me apunta con un arma en la cabeza.

Arqueo una ceja y escucho que carga la pistola para intimidarme.

—Cualquier movimiento y te vuelvo la cabeza, zorra. —Su amenaza me hace esbozar una siniestra sonrisa. Creen que se enfrentan a cualquier mafiosa, pero ya me voy a encargar de hacerles saber porque soy una leyenda frente a todo el mundo—. Date prisa que también quiero meter la polla en la boca de esa mujer.

—Cállate y vigila que no venga nadie —demanda.

El peor error que pudieron cometer es tener el ego tan grande y pensar que soy alguien débil por mis condiciones.

Aprieto los puños a mis costados dispuesta a matarlo para poder escapar de este lugar. Estoy a punto de lanzarme al ataque del primer hombre cuando observo que una de mis dagas se clava sobre su cabeza y cae muerto frente a mí al instante. El cuerpo del otro carcelero cae también y espero con paciencia a ver quién ha atrevido ayudarme.

DEPRAVITY ||TABOO #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora