CAPÍTULO XI. REVELATION

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Hell.

Dije que voy a desatar el jodido infierno y eso es lo que hice. Los hombres de la Camorra no se dan por vencidos cuando se trata de cobrar una venganza, pero están imbéciles si creen que iban a logar su objetivo.

El General Myers dispara en el pecho de uno de los matones que puso su puta arma sobre mi brazo y mi entrepierna se humedece al instante al ver a ese hombre protegerme a pesar de ser enemigos. Hago una seña con los dedos para que cruce hasta donde estoy y cubro sus espaldas.

—Tenemos que separarnos si queremos vencerlos —informo a Seth.

La verdad es que no me gusta trabajar en equipo cuando se trata de eliminar a todos los que idiotas que piensan que pueden sacarme de la jugada, sin embargo, con éles totalmentediferente. 

El sistema solo aniquila a los hombres mal preparados, pero nos da tiempo para buscar estrategias de como eliminarlos y tenemos que aprovechar esa oportunidad antes de que ellos encuentren un escape.

—No. Dije que te voy a proteger a como dé lugar, mafiosa —brama y dispara sobre la frente de otro hombre.

Este hombre no tiene idea sobre cómo me gusta pelear, pero si deseaba verlo, entonces, le voy a dar ese placer. 

Quedan solo siete hombres y cuando he pensado que todo va a ser tan sencillo, una nueva flotilla de hombres llega al rescate de sus aliados.

Paso la lengua por mis labios disfrutando de tener más hombres para matar.

—Mandaron a unos pendejos como refuerzos. Ese puto error les va a costar la vida —espeta Seth con rabia.

Verle en su faceta de guerrero hace que mi cuerpo lo desee más. 

—La Camorra se ha atrevido a subestimar mi poder y el de mis hombres. Ahora verán como destruyo parte los suyos —contesto con una siniestra sonrisa.

Veo como uno de los hombres empieza a hacer señas a sus compañeros para distribuirlos sobre la villa y los disparos siguen emitiéndose sobre todos lados. Uno de los matones libra las balas y logra llegar arriba donde estamos Seth y yo.

Dejo de ocultarme y descargo el cartucho de balas del arma sobre el pecho del hombre y lo detengo para que sea mi escudo humano. Asomo la cabeza sobre el gran cuerpo y una bala roza mi mejilla.

—Hijos de perra —gruñe el General, apuntando su pistola y sale del escondite.

Comienza a disparar a los hombres haciendo que ellos contraataquen de la misma forma. Los impactos los recibe el cuerpo inerte de su compañero y meto las manos sobre los brazos del cuerpo para abrir fuego. Las gafas nos ayudan a dar en el blanco indicado, pero eso hijos de puta tienen chalecos antibalas por lo que si queremos matarlos tenemos que darles en la cabeza.

— ¡Muévete, General! —ordeno como si fuera alguien a mi servicio y no un experto en misiones. Dos de los hombres que están más cerca empiezan a subir por las escaleras para llegar hasta mí, pero les arrojo el cuerpo haciendo que tropiecen con el—. Idiotas.

Escucho un fuerte golpe estrellarse en el suelo y mi atención se enfoca en los dos hombres peleando. Uno de ellos ha logrado tomar por sorpresa a Seth y lo embiste sobre el piso. Disparo sobre el maldito que esta sobre el General y quito el cartucho vacío del arma para colocar uno nuevo.

— ¡Cuidado, Valkyria! —grita Seth.

Un fuerte golpe en la cabeza me hace sentir como todo me da vueltas. Joder.  Me he descuidado por proteger a ese monstruo infernal disfrazado de hombre y ahora estoy pagando mi error.

DEPRAVITY ||TABOO #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora