DEPRAVITY ||TABOO #1||

CAPÍTULO VIII. REMATCH

Seth.

No sé cuánto puto tiempo he permanecido inconsciente en la mazmorra y todo por confiar en que no me iba a tocar esa jodida Valkyria sádica.

Me levanto de un solo movimiento. El maldito cuerpo me duele como si un jodido auto me hubiera pasado por encima.

—Hija de perra —maldigo a esa mujer y mis ojos se enfocan en los cuerpos de los hombres de la Camorra. Los ha dejado hechos mierda. La única incógnita que tengo sobre ella es que parece que la droga no le afectó de ninguna manera como a todas las otras mujeres que las ingieren—. ¿Qué clase de entrenamiento tienes, Hell? —Pregunto para mi.

Ahora estoy más interesado en ella que cuando me puse a leer su expediente.

—General, logramos rescatar a la mujer, pero han escapado los hombres —anuncia Aisha a mis espaldas. La miro de reojo y su vista se enfoca en los cadáveres—. Joder. Esa mujer sí que es sádica. Si ella no fuera nuestra principal enemiga en estos momentos tendría mi respeto absoluto. —Puedo escuchar el tono de admiración.

Los demás pueden jugar bajo las ordenes de la CMFE, pero yo juego bajo las mías. Para mi familia soy un maldito traidor de mierda. Sin embargo, me importa un carajo porque puedo tener ambos lados del poder cuando me dé la puta gana. Solo necesito reclamar de nuevo mi liderato como Don sobre la dinastía Sallow y probar que mi lealtad la tiene la familia, pero por ahora me conviene tener a la CMFE de mi lado por los beneficios.

No puedo despegar la mirada de aquellos cuerpos y la sangre a su alrededor. Hell ha dejado su marca en lo que queda de ellos y me parece muy familiar a lo que hacía con la familia y la bestia que está encerrada clama con todas sus formas para liberarse de sus cadenas.

Estar cerca de la Boss de la mafia italiana me va a terminar por arrastrarme a su mundo vengativo y sangriento al que he jurado no regresar.

—Hay que asegurarnos que nadie vea esa masacre. Khinds y Lenin encárguense de hablar con los de seguridad y ponerlos al tanto de la situación —imparto las instrucciones y asienten acatando mis directrices. Les veo salir de la mazmorra y encaro a la exquisita Reindeer—. Contacta con los otros y averigua todo lo que está sucediendo en el Devil's. Quiero un maldito reporte detallado con cada sospechoso que tienen. Diles que no quiero sorpresas y que a partir de mañana van a reemplazarnos aquí —termino la conversación.

Los ojos de Dánae se entrecierran ante mis instrucciones.

— ¿Algo más, General? —Pregunta sin más.

Todo sería más fácil si esa maldita mujer no hubiera mandado a la mierda mis planes con sus ataques terroristas. Tiene que aprender que un enemigo es más peligroso cuando todos sus ataques son en silencio.

—No. Ve a hacer lo que te he dicho. Me voy a encargar de deshacerme de estos cuerpos sin que la gente haga más puto escándalo —respondo con sequedad.

Sale por donde vi desaparecer a Hell.

Busco por toda la mazmorra algo para poder envolver lo que ha quedado de los hombres de la Camorra y trasladarlos al sótano del Venom para prenderles fuego.

La mesa donde están los juguetes está cubierta con una fina tela negra y camino para retirarla.

—General, todo el perímetro está asegurado —menciona con eficiencia la voz de la Teniente general Khinds detrás de mí. Sigo con mi trabajo y coloco el cuerpo del primer hombre sobre la tela—. El Amo Shadow me ha dado una llave para que se la entregue. Dijo que usted sabe que debe hacer con ella. —me informa.

Shadow es ex líder de la mafia turca que vino a las Vegas para escapar de su hermano que lo traicionó y le arrebató a su esposa junto su clan. Él va recuperar lo que ha perdido y por eso hace tiempo que lo he estado ayudando mientras estoy en la CMFE. Ahora Shadow tiene más poder y hombres que antes y eso lo convierte en uno de los líderes de la mafia que controla esta ciudad. Ambos nos aprovechamos del otro para lograr nuestros objetivos.