¿Acaso soy algo?Las siguientes horas fueron un tanto inquietantes. Mi madre no dejó de llorar en la misa, y ahora, que han tirado la primera palada de tierra sobre el cajón, los pájaros han salido despavoridos de los árboles por los grandes gritos de la familia, especialmente las mujeres que allí se encontraban.
Ha finalizado el rito y todos montan sus autos, y quienes no tienen están tomando taxis. Yo solo los observo estupefacto. Me refiero a que, ya estoy muerto, ya me enterraron, ¿que se supone que deba hacer ahora? Algo dentro de mí me devora. Estoy viendo como se aleja toda mi familia y no hago nada para impedirlo. Mientras el deseo de descubrir qué me ha matado crece más y más, sin pensarlo, empiezo a correr desesperadamente por alcanzar el auto que desaparece al tomar una curva. -Bien, ahora tendré que caminar-.
Suena extraño, ésto solo lo veía en las películas, alguna que hablara sobre fantasmas o espíritus, y ahora lo estoy viviendo con mi propia "¿carne?".
No sé qué soy, es decir, mientras voy caminando alrededor de las 7 de la noche por plena acera de una avenida principal hacia mi casa, aunque me veo entero, no lo estoy, me hace falta no se qué, que me haga real, porque en estos momentos, aunque sé que existo, es como si fuera nada. Los postes no me golpean, las personas que deberían chocar conmigo no lo hacen, solo siguen caminando a través de mi, ¿acaso soy algo? En medio de mi desesperación intento lo que sea por una señal de que aun vivo, así que me bajo de la acera y me poso de brazos abiertos mientras me cegaban las luces del camión que se acercaba velozmente hacia mi. Cada vez más cerca, y más cerca, y más cerca, y más lejos, y más lejos, y luego, completamente lejos. No me hizo nada, sigo intacto, ¡mierda!
Ahora, son otras veinte cuadras que faltan para llegar a casa.