~Por Cristina:
Pena de muerte
29 de Diciembre de 2010.
8:03 A.M.Yo pude haber evitado todo, y sin embargo, no hice nada más que guardar silencio, mi incredulidad y yo, somos los únicos culpables de la muerte de Alejandro.
La culpa es el peor sentimiento de todos. No es como la ira, o la felicidad, que tan sólo duran un momento y a medida que pasa el tiempo dicho sentimiento se va reduciendo. No. La culpa es como un balde en medio de una gran tormenta. Cada segundo que pasa, trae consigo gotas que van llenando el balde, y no puede hacer nada por no llenarse, hasta que al final termina "ahogado" por el agua. Lo mismo ocurre con la culpa y eso es exactamente lo que me está pasando a mi. Me está comiendo viva, y necesito liberarme de ella antes de que me sienta más ahogada. Así que decido llamar a la señora Verónica y decirle que venga a mi casa con algún detective que lleve el caso de Alejandro para confesar todo lo que sé.
Una vez cuelgo la llamada con la mamá de Alejandro, mi mamá entra al cuarto con la escoba para barrer. Y el sentimiento vuelve a aparecer. Me siento culpable al ver a mi arrugada madre con una escoba mientras yo podría estar haciendo eso por ella.
Mamá de Cristina: -¿Te pasa algo, mija?- Me pregunta, tal vez por la cara de preocupación que tengo.
Cristina: -No, mamá. Estoy bi...
No pude terminar porque alguien empujó la puerta abriéndola con una sola patada. Mamá grita y me abraza, lo hace muy fuerte, pero yo no la abrazo, solo me quedo viendo aquel tipo con un pasamontañas negro sobre su rostro y un arma apuntandome a la frente, que me dice: "tal vez piense que es Inocente y no merezca esto, pero, su delito fue guardar silencio, y luego hablar. Y ese delito se paga con pena de muerte" y luego veo accionar su gatillo. Todo pasa de cámara lenta, a rápida. Ya no hay más... Ya no hay nada... yo ya no soy.