Capítulo 16

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5 semanas después

Voy a echar los buñuelos, lo juro.

–… la Hermandad de las Brujas, no cederemos ante las demandas de…–

Mierda, mierda y más mierda. Odio participar en estas putas reuniones de la hermandad. Son una puta mierda. Son una mezcla de deseos y anhelos oscuros.

Se siente en el ambiente los celos, la avaricia de poder, la envidia y la traición, siempre rondando.

–¿Qué dices, Rowan?– el actual presidente de la Hermandad, Claude, me mira acusadoramente.

–¿Qué preguntaste?– no mentiré, no tengo ni idea de que mierda hablan ahora y no me interesa. Y mis nauseas están empeorando.

–¿Siquiera prestas atención a lo que hablamos?–

–Lo cierto es que no–

Me mira decepcionado y con lastima, que gilipollas. Abre su bocaza para empezar a hablar más mierda, pero lo detengo antes que me saque de mis casillas.

–Cállate. Todos cierren sus sucias bocas un rato, me dan dolor de cabeza– Joder, estoy muy alterada. Normalmente me mantengo serena en estas reuniones, pero hoy no puedo. –Esto ya no es una reunión de la Hermandad, es una reunión para joder a otras especies. Esta organización se supone que es un lugar para intentar ayudarnos los unos a los otros y ustedes con sus estupideces, lo han convertido en un gallinero–

Las náuseas me superan y corro hasta el cesto de basura más cercano.

–¿Estás bien, Rowan?– el dirigente de las brujas y brujos de Australia, Jean me pregunta mientras soba mi espalda mientras suelto la vida por la boca.

–Estoy bien–

No estoy bien, pero hago de tripas corazón y me levanto. Un cansancio enorme cae sobre mi cuerpo y tengo la necesidad de caer en mi cama y dormir dos semanas.

¿Qué demonios me está pasando?

–La Hermandad fue creada para ayudar a otros brujos y brujas con problemas para controlar su magia, compartíamos información y nos enseñábamos a usar mejor nuestros poderes. Lo cierto es que los tiempos han cambiado y nosotros también. Pero no deben olvidar cuando eran jóvenes sin control de sus poderes que cometieron errores, y se les dio ayuda–

Camino despacio fuera de la sala silenciosa y voy hacia la puerta mágica que me llevará a casa.

***

Shea…

Me llaman. Tengo que despertar.

Shea…

No puedo moverme. No puedo salir de la niebla que cubre mi mente.

–¡Shea!– un vaso de agua fría me hace abrir los ojos para ver la cara preocupada de Hugo muy cerca de la mía.

–¿Qué haces en mi casa?– le pregunto mientras me siento en la cama.

–¿Qué día es hoy?–

–No me jodas, Hugo–

–Responde mi pregunta– miro por la ventana y veo que es de día, debo haber dormido mucho tiempo.

–Jueves– me mira seriamente durante unos instantes antes de hablar nuevamente.

–Hoy es sábado, Shea–

–No me jodas– me vuelvo a repetir. Mis tripas suenan, llamando nuestra atención.

–Llevas durmiendo desde el miércoles. Pian y Eagal me llamaron porque no despertabas sin importar cuanto llamaran–

–Eso no es posible– intento levantarme pero las piernas me fallan y caigo sobre mi trasero en la cama.

–Claro que lo es. ¿Qué te pasa?–
–Estoy bien–

Mentira. No estoy bien. Lo siento. Me pasa algo. Mi magia se está drenando y mi cuerpo no me obedece.

–No mientas. Llamé a mi madre, llegará pronto–

Me dejo caer en la cama sin hablar. E instantes después todo se vuelve negro.

***

Un líquido espeso y ligeramente dulce baja por mi garganta, llevando energía a cada rincón de mi cuerpo. Abro los ojos para ver a Elen sentada al borde de la cama, con un recipiente de virio vacío entre sus manos.

–¿Mejor?–

–Mucho mejor–

–Te ha afectado más de lo que esperaba–

–Sabes que me está pasando– no es una pregunta, es una afirmación. Ella lo sabe todo.

–Sí, ¿tus chicos no han vuelto todavía?–

–Ellos no son míos y no han vuelto– No quiero tocar mucho el tema, pero lo cierto es que estoy un poquito decepcionada. Una pequeña parte de mí esperaba que usaran los transportadores rápidamente y volvieran conmigo. Al parecer han decidido hacer lo que les pedí, lo cual es maravilloso pero a la vez es un poco deprimente –¿Me vas a decir qué coño pasa?–

–Esa boca, muchacha–

–Elen, no estoy de humor– aprieto los dientes mientras hablo.

–Je, je. Lo sé. He estado embarazada–

¿Eh?

–¿Eh?– eso no es posible.

–Me has oído correctamente–

–Pero eso es imposible, yo…–

–Claro que es posible. Piénsalo–

Piensa. Estuviste follando como una coneja durante dos semanas sin protección. Con dos hombres. Con dos machos de especies diferentes. Los cambiaformas no pueden dejar embarazadas a las humanas, pero los vampiros… pueden, hay intercambio de sangre.

–El intercambio de sangre tiene que ocurrir entre vampiros durante el apareamiento, en el caso de un pareja humano–vampiro, solo este último debe ingerir la sangre–

Elen responde a mi pensamiento sin siquiera haberlos verbalizados.

–Joder–

–Sí, creo que eso es lo que hiciste–

La miro exasperada mientras me levanto y voy a la cocina a prepararme algo de comer. Ya me siento mucho mejor, pero me sigo sintiendo rara.

–Esa sensación de succión, es normal–

–Siento como si me halaran desde el centro del cuerpo, es raro–

–Es tu magia fluyendo hacia adentro. Normalmente la magia fluye por todo el cuerpo, como la sangre, ahora tu bebé está alimentándose de tu magia muy rápido, más de lo que puedes absorber la cantidad que hay aquí en la Tierra–

–O sea…–

–Tienes que venir a Altana–

–Pero– ella me mira interrogante –, no quiero ir. Sabes que no me gusta la corte–

Me da una sonrisa tranquilizadora.

–Lo sé. Y también sé que no quieres irte sin hablar con ellos–

No sé qué hacer. Estoy hecha un lío. Necesito tiempo para pensar.
Y por encima de todo… tengo hambre.

–Haz lo que quieras–

Me siento en la barra de la cocina y me trago la comida sin apenas masticar.

***

Sorry. Ayer se me pasó la actualización, estaba disfrutando de las vacaciones 🙂🙂🙂.

Bueno, aquí está el capítulo correspondiente al sábado, corto y contundente.

Voten, comenten y nos vemos el martes.

Ciao ciao.

La bruja de los sentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora