Shea
La sensación de viajar entre mundos es… única. Algunos sienten una vibración, otros no sienten nada y otros sienten como si fueran a morir… yo caigo en el último grupo.
Altana tiene grandes cantidades de magia que se acumula y busca una vía de escape hacia la Tierra.
Los portales dimensionales que conectan los mundos naturalmente son masas enormes de magia que se mueve y fluye como remolinos de agua. Y yo, siempre que viajo por uno, noto una desagradable sensación de succión y de estar cayendo en un pozo sin fondo, al mismo tiempo.
Al llegar al otro lado, desorientada y con nauseas, siento un chute de energía que se expande rápidamente por mi sangre y músculos. Es el exceso de magia del ambiente, penetrando en mi cuerpo.
Respiro profundamente varias veces y dejo que mi cuerpo se acostumbre, hasta que el éxtasis se convierte en un simple cosquilleo.
Aquí en Altana, los colores lucen más intenso, el aire huele a naturaleza y el agua cristalina es deliciosa al paladar. Aquí todo es natural, no hay polución ni ruidos. Es una tierra pacífica.
Honestamente, es demasiada calma para mí. Acabo de llegar y ya quiero volver a casa, para escuchar las risas de las niñas y las voces de los chicos.
Me desplazo hasta un edificio cercano e informo de mi nombre, rango y misión. Inmediatamente preparan una puerta portal para mí. Y en cuestión de 15 minutos estoy en el Castillo de Plata, para ver a la Reina Arelenti de Lothrien.
***
-Ya era hora que dieras la cara- le digo a Elen cuando aparece en su despacho.
Las últimas veces que la he visto, han sido cuando ha ido a la Tierra a verme, donde viste informalmente.
Ahora está vistiendo un traje muy elaborado, lleno de intrincados encajes y el color de la tela combina con sus cabellos claros. La amplitud de la tela cubre todo su cuerpo, desde el cuello hasta sus pies, cayendo como una capa. Parece…
-Pareces una modelo puritana- mis labios sueltan lo que pienso sin yo poder controlarlo e inmediatamente después me arrepiento un poco. –Lo siento, se me ha escapado-
-Tranquila, no te voy a morder porque me digas la verdad. ¿Cómo están las niñas?-
-Ellas están muy bien, creciendo rápido. Me estremezco al pensar en el tamaño que tendrán con 5 años- me aterra que no puedan disfrutar de una vida medianamente normal.
-Crecerán, pero siempre serán tus pequeñas y querrás limpiarles el culo cuando terminen en el baño-
-¿Hablas por experiencia propia?-
-Claro. Mis hijos son todos adultos y todavía siento el impulso de regañarlos cuando hacen mal algo, que yo los enseñé a hacer correctamente. Me saca quicio ese sentimiento-
-Me lo imagino-
Cae un silencio cómodo entre nosotras mientras ella se cambia su atuendo monjil por un vestido sencillo de tirante color lila, también de encaje, que deja a la vista sus hombros y el nacimiento de los pechos.
-Ya terminamos la charla informal. ¿Por qué estás aquí exactamente?- habla mientras sirve dos copas de vino élfico. Es un líquido dorado, tan dulce y suculento que me entran ganas de gemir solo con pensar en probarlo.
-Directo al grano, ¿eh?-
-¿Qué pasa, Shea?-
Prosigo a contarle el motivo de mi visita, todo lo relacionado con el símbolo, los Elegidos y todo lo demás.
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La bruja de los sentidos
FantasySi te dijera que existe un mundo diferente al que estás acostumbrado, ¿lo creerías? ¿Creerías que hay cosas que tus ojos no ven, pero están ahí? Probablemente me llamaras loca, pero yo soy una pieza de ese mundo que existe detrás del velo de la ruti...