Capítulo 19

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Buenos díasssss. Hoy voy a subir dos capítulos. Este es el primero del sábado✌. Sigan leyendo.

Shane

El agua caliente cae sobre mi cuerpo cansado. Mis pensamientos son una masa informe de posibilidades.

Un bebé. Demonios, vamos a ser padres. Aunque sea biológicamente de Kai, me esforzaré por ser un buen padre y darle todo el amor del mundo. Pero… quizás ellos dos no me quieran en medio.

Sacudo la cabeza alejando esa idea de mi cabeza. Estamos los tres juntos en esto. No tengo razones para estar inseguro.

Cierro la ducha, me seco y voy a la habitación.

–Necesitaba esa ducha– digo mientras me siento al borde de la cama.

–Sí, apestabas– Kai, siempre listillo. Le saco la lengua como un niño pequeño pero no me ve, porque tiene los ojos cerrados mientras disfruta de las manos de Shea, que está peinando su largo cabello, húmedo de la ducha.

Yo también quiero esas preciosas manos sobre mi cuerpo, masajeando mi cuerpo cansado.

Quiero su atención. Así que me pongo de pie y quito la toalla de alrededor de las caderas y me la paso por los brazos y las piernas, como si me estuviera secando. Por supuesto que la mirada de Shea ahora está sobre los músculos flexionándose y tensándose bajo la piel mientras sus manos siguen peinando el pelo oscuro de Kai.

Su mirada se desplaza hacia mi pene que se ha puesto un poco duro por la sensualidad del momento. Su olor se vuelve más dulce en instantes, evidenciando su excitación. Sus pezones se tensan bajo la seda de su salto de cama, provocándome a chuparlos.

Los ojos de Kai están abiertos ahora, mirándome con una ceja arqueada. Sus fosas nasales se dilatan, recogiendo el olor a deseo que llena la habitación. Seguimos un minuto más con este juego hasta que Shea suelta el peine.

Se dirige a la cama, deshaciéndose del corto vestido y quedando desnuda sobre el colchón. Su cuerpo no ha cambiado mucho en este tiempo, pero hay algo diferente.

Su olor, es más dulce y a la vez picante. Y también debajo de su ombligo hay una pequeña redondez que no había antes.

Ella se sienta al borde de la cama y abre las piernas, mostrándonos su centro mojado. Tal demostración me pone a mil y subo al colchón detrás de ella mientras Kai se arrodilla frente a ella, dejando su cara frente ese delicioso lugar, donde empieza y termina todo. El vampiro saca la lengua y la pasa sobre el hinchado botón de nervios que la hace arder.

Yo juego con sus pechos y beso su cuello mientras Kai trabaja abajo. Ella se retuerce y gime como loca por el asalto que está recibiendo.

La tomo de la nuca girando su cabeza y beso su boca con fuerza, usando la lengua y los dientes. La beso con deseo y amor, con ganas de poseerla por entero, de estar tan dentro de ella como ella está dentro de mí.

Kai mete los dedos dentro de ella llevándola al orgasmo entre gemidos y espasmos.

–Extrañaba esto– su sonrisa saciada lo dice todo.

Kai y yo nos reímos de ese comentario, risas muy masculinas porque sabemos que está satisfecha. Él se levanta para cambiar de posición pero ella lo detiene cuando se pone de pie. Toma el pene del vampiro y estimula su clítoris con la punta. La temperatura sube varios grados con ese gesto erótico.

–Quédate justo donde estás y lléname ahora mismo–

El vampiro cumple con la orden y mete su pene hasta el fondo. Ambos sueltan un largo y sensual gemido, que siento en los huesos.

El movimiento de afuera hacia adentro hace que el cuerpo femenino se frote con el mío, estimulando mi polla dura con la suave espalda de Shea. Abro las piernas femeninas, como ofreciéndola al vampiro.

–Más rápido– la voz de Shea suena como el canto de una sirena.

Kai la obedece y bombea más rápido dentro de ella. Sigo amasando uno de sus senos mientras bajo una mano hasta su mojada entrada y toco su clítoris hasta que llegan al orgasmo, él gimiendo un poco en voz baja y ella soltando un grito ahogado.

Se separan y ella, sin recuperar el aliento, se da la vuelta y trepa por la cama hasta sentarse en mis muslos y frota su coño mojado contra mi pene. Me besa mientras mueve sus caderas, y yo casi pierdo el control.

–Mete tu polla en mi interior y dame duro hasta que esté satisfecha– dice con tono seductor y los ojos desenfocados.

Ella no suele hablar durante el sexo, pero parece que lo necesita. Su respiración agitada, su cuerpo sudado y el olor a excitación me superan.

La pongo sobre sus manos y rodillas y beso su espalda, para serenarme y no follarla como un loco. Alineo mi verga con su entrada y me deslizo despacio. Pero ella no lo quiere así, lo quiere bruto y se empuja hacia atrás empalándose completamente, haciéndome perder el control.

Bombeo dentro de ella brutalmente y ella lo disfruta, Kai de arrodilla delante de ella poniendo su pene en boca ella succiona todo lo que puede mientras gime y pide más. Me vengo duro y rápido, pero no es suficiente, mi polla todavía está erecta y ella no ha terminado.

Le pongo sobre su espalda y la penetro mientras la miro a los ojos. La satisfacción en su mirada es un afrodisíaco para mi libido.

Estira las manos sobre su cabeza, buscando el cuerpo de Kai. Masajea su pene y juega con sus testículos mientras su cuerpo se mueve por mis embestidas y sus pechos se mueven en una danza hipnótica.

Siento su canal apretándose y pellizco su clítoris, estímulo que la lleva al orgasmo y desencadena el mío, y Kai se viene sobre su cara y pechos. La visión resultante es lo más erótico que he visto en mi vida. La mirada saciada, el cuerpo relajado y la sonrisa de recién follada más bella del mundo.

***
Uy. Que calor hace aquí 🥵.
En unos minutos viene el próximo capítulo.

No se lo pierdan.

La bruja de los sentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora