Para siempre [L.S]

Cuatro

Louis ya se había aburrido de hablar con Emilia y no había pasado ni una hora. Mucho menos que eso.

Su voz era irritante y sus conversaciones siempre eran de lo mismo.

Se dio vuelta para ver a donde estaba su omega cuando lo sintió alterado y triste. Era la primera vez que le pasaba ya que se había encargado de que Harry siempre fuera feliz.

Ahora con ese sentimiento en el pecho lo busco con la mirada amor todas partes pero no lo encontró.

Sin importarle mucho lo que dijera la niña esta se levantó comenzó a buscarlo.

Fue a donde estaban los amigos de Harry.

–¿Donde está, Harry?

El primero en contestar fue Antonio.

–No se, pregúntale a tu nueva novia.

Niall lo mira molesto.

–Solo se levantó y se fue en esa dirección.

No escucho nada más y camino decidido hasta el gran sauce llorón. Lo encontró con su cabeza entre sus piernas sollozando.

Su corazón se exprimio y se arrodilló frente a el al instante.

–¿Que pasa Harry?

–Ya vete. No quiero hablar contigo.

Fue lo primero que le dijo tratando de alejarlo con su mano.

–Dime que te pasa, omega. Por qué lloras.

Levanta su cabeza y ve las lágrimas correr por sus mejillas. Estaba sonrojado y triste. No lo veía así desde aquella vez que se calló de la cama a los cinco años.

–Tu ya no me quieres.

–Claro que te quiero.

–Mentira. Y es mi culpa porque fui a casa de Antonio dos veces y no fui contigo. Te descuide y ahora a ti te gusta emilia.

–No, Harry, no es así. No es tu culpa, no me descuidarse y absolutamente no me gusta emilia. Solo me gustas tu y esta bien si no quieres estar todo el tiempo conmigo.

El alfa se acerca para abrazarlo y el omega se deja. Llora en el hombro de su alfa hasta y este lo sienta en su regazo.

–No llores más, mi hermoso omega. Me duele el corazón cuando lloras.

–No puedo...

–Yo nunca voy a poder dejar de quererte. Ni aunque tu me odies y no me quieras ver nunca. Siempre, siempre, siempre te voy a querer más que a todo el mundo.

–Nunca podría odiarte. Yo no tenía ganas de ir a casa de Antonio, solo no se decirle que no y yo quería estar contigo siempre.

–Esta bien, ya esta ¿Quieres que te lleve a tu casa y dormimos un poco?

–Si, alfa.

Sin más que agregar lo levanta en sus brazos y a lo lejos le hace una seña a su madre de que lo llevara a dormir. Esta asiente confiando en su hijo y ambos se van.

🍁

Harry: nueve años.

Louis: doce años.

Estaban en una cena con las dos familias reunidas. Harry y Louis estaban escuchando todas las charlas comentando cosas entre sí.

Por fin  Louis tenía su olor en claro. Olía a menta y canela. Harry era simplemente adicto a su olor. Mientras que por otra parte el omega iba cada vez más encaminado a oler a maracuya y azúcar.

Ese era uno de los temas que se charlo en la mesa.

Pero hubo un tema en especial del que ni Harry ni Louis comentaron al respecto. Todos empezaron a hablar sobre sus primeros besos. Era un tema sensible de hablar entre ellos ya que Louis y el eran novios pero nunca se habían besado.

Y lo tenían muy en cuenta.

Esa noche Harry se quedaría en casa de Louis a dormir. El silencio que se armo en la habitación una vez se habían acostado fue simplemente eterno.

Aun en la escurridas ambos podían verse a los ojos y escuchar los latidos de sus corazones.

En medio de todo el silencio Louis se animo a hablar.

–Quiero... quiero besarte.

El omega detiene su respiración y sus corazones laten aún más fuerte.

Había llegado el momento del que tanto había hablado con Niall desde que había cumplido nueve años.

–Yo también quiero...

Contesto entre toda la bolsa de nervios que era. El alfa se acerca a el aún más y se detiene a escasos centímetros de su cara.

–Voy a hacerlo...

Harry asiente una vez que sentía que no podía hablar otra vez. Sus ojos se cierran y su corazón explota cuando sus labios son tocados por los finos labios de su alfa.

Ninguno de los dos quería separase de ese mágico toque que hacía a ambos sentir esas mariposas en la panza.

Louis no tiene idea de como hacer esto. Pero se separa y vuelve a besar a Harry tomando su labio de abajo. El omega le sigue el ritmo besándolo devuelta.

Lo hacen hasta que escucha a si madre salir del baño y caminando hasta la habitación de Louis para despedirse de ambos.

Se separan rápidamente y ambos agradecían estar en la obscuridad para que Jay no pudiera ver sus ojos brillosos y sus mejillas sonrojadas.

–Hasta mañana, niños.

–Hasta mañana.

Responden ambos y la puerta es cerrada por la mujer.

Harry se acurruca feliz en el pecho del alfa y así se duerme. Totalmente burbujeante.

Ambos sintiendo el fantasma de los labios ajenos tocando los suyos.