Tres

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Harry:Cinco años.

Louis: ocho años.

-Louis, hoy es mi cumpleaños. Me gustaría que vinieras a mi casa.

Una compañera de su clase llamada Emilia y siempre estaba tratando de hablar con el lo había invitado a su cumpleaños.

-Hoy iba a ver a Harry a su casa, no se si podré.

-No seas aburrido, siempre estás con Harry para todas partes. No puedes estar cuidando de un bebé para siempre, es raro.

-Harry no es un bebé. Es mi omega.

-Tiene cinco, nunca sales a ninguna parte por quedarte con el.

-Si salgo, solamente no salgo contigo porque no tengo ganas. Y prefiero quedarme con el que ir a cualquier otra parte.

La pequeña lo mira ofendida y se larga sin decir mucho más. Louis no le presta atención y camina hasta el jardín de infantes al que iba el omega.

Se queda en la entrada hasta que el omega sale y lo abraza con fuerza.

-Hola, alfa.

-Hola, omega ¿vamos a merendar a mi casa?

-Si, pero cargame que estoy cansado.

Louis lo carga y camina hasta su casa escuchando al omega hablar de lo que habían hablado hoy en la escuela y que hicieron. Le encantaba el débil olor en el cuello del omega, era dulzón y cada vez podía jurar más que se trataba de maracuya.

Si era maracuya iba a morir. El amaba el maracuya.

Cuando llegan sienta a Harry en la mesa y comienzan a calentar la leche para que harry y el puedan comer.

-¿Que significa parecer necesitado?

-Algo así como parecer que necesitas algo desesperadamente.

-Estonces Ámbar tenía razón. Si parezco necesitado.

Louis aprieta su mandíbula mientras le da a Harry su taza de leche. Era la segunda vez que esa niña le decía algo así a Harry.

Había intentado intervenir a la primera pero su padre no se lo permitió.

-No está bien que ella te diga estas cosas.

-¿Por qué? Estoy necesitado de ti.

Louis casi se corta un dedo con el cuchillo mientras cortaba el pan lo que su omega acaba de decir.

Se da la vuelta con nerviosismo.

-No es así como funciona. Escucha, no se como explicártelo pero no dejes que ella te diga esas cosas y no digas cosas como esas porque puede sonar mal ¿okay?

Harry confiaría en cada cosa que Louis le dijera.

-Okay...

Pone uno de los rizos rebeldes del menor detrás de su oreja y se anima a besar una de las sonrojadas mejillas de este. El omega no entendía porque siempre se sonrojaba con Louis si conocía a otros alfas como el.

Tampoco entendía por qué solo Louis era hermoso si el conocía a mucha gente.

Jay entra a la cocina y saluda a ambos niños con un beso en la cabeza.

🍁

-Mami...

Harry ya había sido dejado por Louis en su casa. Llevaba uno de los tantos abrigos que Louis había dejado para el.
Su madre cocinaba la cena cuando el pequeño omega se había acercado a ella para hablar.

Para siempre [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora