catorce.

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Baja a la cocina utilizando un camisón de dos partes que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. No veía que estaba mal en usar prendas un poco reveladoras, si su alfa ya lo habia visto desnudo.

Aun así le dio un poco de vergüenza cuando su alfa se quedó mirando sus piernas apenas entró a la cocina.

–¿Y los cachorros?

–Sorprendentemente se durmieron.

—Vaya. Parece que cenaremos solos. Que raro se siente.

Deja dos platos sobre la mesa. No puede dejar de mirar a su omega, era algo raro no saber de qué hablar. Estaban tanto tiempo ocupados que ya no sabían de qué hablar.

–Así que... ¿Como esta Oliva?

Oliva era el bebé de Niall y Zayn. Había cumplido un año hace algunos meses y tenía los ojos miel azulados. Era hermoso y era omega.

–Bien, ya comenzó a comer carne.

–¿Deberíamos llevar a los niños para que lo conozcan?

–No veo porque no...

Siguen comiendo en silencio. Ambos esperando que algún bebé lloraba para romper esa tensión que ambos temían tener.

Louis trataba de no mirar a Harry mucho. Se veía muy lindo relajado y tranquilo aunque estuviese algo tenso por el silencio.

¿Debería decirlo?

–Te... Te vez bien.

–¿Solo bien?

–Te vez muy bien.

–El otro Louis me decía que era el 9mega más hermoso del mundo. Hasta no le costaba decirme que me amaba.

Sus miradas se conectaron. Hace un mes que ninguno de los dos se decía te amo. Ninguno de los dos tenía una razón, solo no lo decían.

–Yo... no se que esta pasando. No se que me esta pasando.

–Nos está pasando... dime, Louis ¿Aún te parezco atractivo? ¿O es por las marcas que quedaron en mi piel luego de tener a los cachorros?

–No... no digas esas cosas.

–Exprésate y dime lo que piensas como el Louis de hace unos meses lo hacía.

El alfa suelta su tenedor con frustración. Masajea sus cienes sin saber porque no podía expresarle a Harry lo que sentía últimamente.

–Yo...

Los ojos de Harry se hacen agua. El no estaba diciendole nada. Se levanta de la mesa y Louis lo ve con desesperación levantándose detrás de el.

Lo sigue por las escaleras hasta su habitación y lo ve abrir los cajones de su ropa para sacar su bolso.

–¡No! Harry, no te vayas. Por favor.

–No puedes ni mirarme. No puedes decirme que me amas, no puedes decirme si aún te gusto. Yo... solo quiero dormir con mi madre hoy. No te preocupes por los niños, van conmigo.

Se desespera cuando el omega se dirige a la puerta de la habitación.

–¡Escucha, Harry! Por favor, por favor, no te vayas. Te lo ruego.

–¡Dime que te pasa entonces!

–¡No lo se! Es difícil hablar contigo ahora. Ambos estamos ocupados siempre y ya no siento esa química que teníamos. Yo... yo te amo tanto que nunca voy a poder dejar de amarte y eres tan lindo que aveces siento que no te merezco, eres hermoso.

–¿La química?

–Son... esas necesidades de tocarnos todo el tiempo y de anudar, besarnos, decirnos cosas.

–Aún me gustan esas cosas.

–Pero nunca me dices ni haces nada que me indique que quieres.

–Si quiero.

–¿Que quieres?

–No te lo voy a decir si tu no quieres también.

–Yo quiero todo contigo.

–Entonces yo también.

–Entonces voy a besarte.

El alfa se acerca ansioso y picotea los labios de su omega. Sintiendo ese dulce-acido que tanto lo enloquecía siempre.

El omega no le dio ni tiempo de separarse antes de unir sus labios nuevamente pero esta vez a un ritmo más fuerte. Metiendo su lengua y animandose a morder los labios de su alfa.

–Vamos al nido.

–S-si...

Se acuestan en el nido y se siguen besando. Louis toca el trasero del omega como tanto había extrañado hacerlo estos últimos meses.

–Sácate la ropa.

Ordena el alfa dominante y el omega se desnuda bajo la atenta mirada de su alfa.

¿De que marcas hablaba Harry? Su cuerpo estaba tan hermoso como cuando tenía diecinueve.

Sin resistirlo más se posiciona sobre el omega y comienza a succionar sus pezones haciéndolo gemir. Juega con sus botoncitos rosados hasta que sale algo de leche. Sus ojo se blanquean y baja por el abdomen de su omega hasta llegar a su goteante longitud.

–Quiero tu nudo alfa.

–Déjame disfrutarte. Abre las piernas para mi.

El omega las abre y Louis abre sus nalgas probando el lubricante de su omega haciéndolo gemir agudamente.afentra su lengua y siente al omega cerrarse en busca de más tacto.

Cuando siente que ya está abierto lo voltea poniendo su culo en alto.

–Voy a entrar...

Avista y mete solo su grande. Se hunde lentamente en el profundo interior de su omega sintiendo las paredes de este apretarse a su alrededor deliciosamente. Levanta una pierna como si se fuera a subir sobre el menor y lo penetra profundamente. Sus bolas chocan con las nalgas de su amor.

La habitación está llena de gemidos y el obsceno sonido el alfa penetrando al omega con tanta necesidad.  El nudo comienza a dejarlo atrapado hasta que ambos se vienen a la misma vez. Quedando atados el uno con el otro.

–Eres tan sensual. Te deseo tanto que me avergüenzo de mi mismo.

Susurra roncamente en el cuello de su omega raspando con sus dientes la marca. Haciendo que el omega se caliente nuevamente.

Así hasta que el nudo se achica y Louis sale del interior del omega.

–Alfa dame mimos.

–Ven aquí.

Y sorprendentemente los cachorros durmieron toda la noche. Esa noche alfa y omega pudieron dormir cómodamente piel con piel mimandose en el nido.







Para siempre [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora