Olivia Black 𝙸 [Cedric D.]

15 | NUNCA ESCUCHO

-¿Has pensado en algún nombre para nuestra hija, Ani?

-Mmm, algunos ¿Y tú?

-Mmm, algunos.

-¿Seguro que no quieres algo relacionado con la astronomía? Tienes que decírmelo antes de que me encariñe con el nombre "Olivia"

-No, no quiero.

-Sirius, algún día tendrás que contarme porqué odiamos a tu familia.

-¿Tú también los odias?

-Somos un equipo. Si tu odias algo, yo también.

-Gracias por no presionarme. Y para que conste, yo ya me encariñé con ese nombre, le diremos "Livy".

-Parece que Livy nos está llamando, es hora de su comida ¡Oye, me gusta!
 
 
 
 
  
  
 

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𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 15:
NUNCA  ESCUCHO

 

Livy caminó por el oscuro túnel del sauce boxeador, un poco menos asustada que la primera vez, ahora se dió cuenta de que era más largo y aburrido de lo que recordaba.

Sonrió al rememorar la situación que vivió con Cedrid antes de bajar del tren hace unas horas:

»»  Livy estaba parada fuera del vagón de prefectos, cuando Cedric salió.

─ ¡Hey! ¿Me esperabas? Ya terminé de patrullar.

─ Ven conmigo. ─ Livy lo agarró de un brazo y lo llevó a un compartimento cercano.

─ Temo preguntar. ─ Dijo Cedric al ver los asientos vacíos, tal vez esto se debió a que alguien había lanzado allí una bomba fétida, y luego borró los rastros del olor con un Encantamiento.

Livy solo se rió inocentemente y cerró la puerta tras ella. En menos de un segundo dió un paso hacia él, se acercó lo suficiente, y le dió un beso rápido en la mejilla.

─ Vamos a llegar pronto y no he tenido la oportunidad de saludarte correctamente. ─ Dió un paso hacia atrás. Habían pasado unos días desde la última vez que se vieron en navidad, pero Livy lo sintió como una eternidad. ─ Te extrañé.

Solo esas palabras y esos gestos bastaron para que Cedrid perdiera la cordura y la besara en los labios, sin importarle que pudieran ser vistos.

─ Demonios ¿Desde cuándo eres tan linda?

─ Así nací. ─ Respondió intentado sonar normal, pero no pudo evitar sonrojarse. Era la primera vez que él le decía un cumplido de forma tan directa. ─ ¡Ya no me veas! ─ Exclamó tapándose el rostro cuando él comenzó a sonreír divertido con su reacción.