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El coche se detuvo y probablemente también lo hizo su corazón, Kim respiro hondo bajando, quedando frente a la gran fachada que tenía la casa y ahora sí, por primera vez sentía lo que era tener nervios de verdad.

Con las manos temblorosas dirigió la llave que le habían dado a lo que era la manija abriendo la puerta, el lugar se encontraba en total silencio, de lo único que no tenía duda es que los latidos de su corazón resonarian en todo el lugar si fuera posible, a paso lento sé adentro admirando cada detalle de la casa, en su vida había pisado algo tan elegante.

Justo en medio había una mesita que tenía encima varias bolsas de compras con logos de marcas reconocidas y justo al lado un pequeña nota.

"Ponte bonito, te veo a las siete en el comedor".

Casi por instinto se dedicó a mirar alrededor asegurándose de que no hubiera nadie, tomo todas las bolsas dirigiéndose a la primera puerta que encontró, para su buena suerte también sé encontraba vacía. Una a una fue sacando los objetos de las bolsas; un traje rojo de tela brillosa junto a una playera blanca que tenía estampado de letras cursivas, unos zapatos negros y también un par de calcetines junto a un boxer negro cachetero.

Finalmente cuando termino de cambiarse soltó un fuerte suspiro frente al espejo, su cabello dorado caía libremente dejando ver sus ondas naturales, el pantalón le definía a la perfección sus piernas largas al igual que su cintura, pues en la parte de arriba tenía un pequeño corset, estaba hecho a su medida, como si fuera especialmente para él.

De su mochila saco su perfume colocándose un poco alrededor; fresas.

Sé dió una última mirada al espejo y asintió para si mismo; estaba listo.

Solo era cuestión de que abriera esa puerta, la puerta que marcaría su destino para siempre. Y lo hizo, la abrió sin mirar atrás, ya no había oportunidades para arrepentimientos.

Se dirigió hacia la única parte de la casa que tenía luz, bajo unos pequeños escalones a medio camino que lo hacían llegar al comedor. En la mesa había una cena con finos utensilios, vino y algunas velas; Taehyung ya no se sentía tan mal, al menos no serían tres días de puro sexo y ya.

- Buenas noches...

Un enorme escalofrío recorrió todo su cuerpo a la par que su corazón brinco al escuchar la voz grave y profunda que venía de algún rincón del lugar. Se giro de inmediato encontrándose con una gran e imponente figura, no pudo evitar barrerlo de arriba a abajo con la mirada; vestía todo de negro, con una blusa de cuello alto y un pantalón hasta la cintura del mismo color, todo combinaba a la perfección con sus zapatos. La blusa le quedaba ajustada, pegada a su cuerpo dejando notar sus músculos. Su cabello lucía impecable; peinado hacia atrás con un mechón en la frente; la foto de presentación no le hacía justicia para nada.

Si en su corta vida nunca imagino estar en una casa así de lujosa, menos estar con alguien que lucía tan apuesto y varonil.

Trago en seco al ver que el hombre se acercaba y por instinto retrocedió chocando así con el filo de la mesa, logrando que el mayor sonriera a medias por su torpeza.

- JK...

Extendió su mano, Taehyung lo miro un poco confundido con el ceño levemente fruncido ¿Qué se suponía que hiciera?

- Tomala -alienta- es un saludo cordial en occidente, soy JK...

Taehyung en el siguiente segundo la tomo quedando aún más sorprendido cuando el mayor se llevó su mano a la altura de su boca dejando un beso en ella; sin duda JK lograba ponerlo nervioso.

- ¿Tu nombre? -lo mira-

Kim abrió la boca para hablar pero no lograba articular palabra alguna.

- Te... -se formo un nudo en su garganta-

Strawberries and Cigarettes ||KookV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora