Beautiful Shade (l.s.)

Quince-II

Louis sintió besos pequeños besos sobre su rostro, lo que le hizo fruncir un poco el ceño confundido, al reaccionar un poco más, relajó sus facciones y sonrió, abriendo lentamente sus ojos y encontrándose a Harry frente a él con una sonrisa.

—Buenos días, Lou- murmuró feliz -se que es temprano, pero dijiste que había servicio a la habitación y tengo mucha hambre.

Louis sabía que lo despertaba para que el hablara al servicio a la habitación para que les llevaran el desayuno porque a Harry le costaba hablar con desconocidos, mucho más cuando eran llamadas telefónicas.

En realidad, Harry solo le respondía las llamadas a Louis, los chicos, sus padres y hermana. Sabía que a Harry le llamaban un par de veces al mes sus abuelos y no les respondía, así que los señores decidieron comprarse un celular para poder mandarle mensaje a sus abuelos y sentirse más seguro.

—Claro- asintió con una sonrisa y ojos cerrados -¿Qué quieres desayunar?¿Viste el menú?

—Si, waffles, por favor- dijo recargando su barbilla en el pecho de Louis.

—¿Jugo de naranja?- lo miró.

—Si- asintió.

—Muy bien- besó su frente -ahora, mi amor, si me dejas levantarme, puedo alcanzar el teléfono para llamar a recepción y pedir nuestro desayuno, luego podemos ir a la piscina, ¿Qué te parece eso?

—¿Habrá mucha gente en la piscina?- hizo una mueca -vi un jacuzzi aquí, podemos llenarlo de burbujas y jugar con ellas.

—Yo te protejo de lo que sea allá afuera, el jacuzzi lo podemos usar en la noche para relajarnos.

—Bien- suspiró y se sentó -a la piscina entonces.

Desayunaron felices mientras veían alguna de las tantas películas de Disney que ambos amaban y Louis admiraba a Harry repetir todos los diálogos de la película, sabiéndosela de memoria. Adoraba ver a Harry sonreír con cosas tan simples como desayunar junto a el mientras veían películas.

Era algo que, no importaba cuántos años pasaran, sabía que disfrutaría por siempre con Harry todos los fines de semana.

Se imaginaba dentro de 10 años, haciendo lo mismo con Harry mientras, a su lado, un diminuto ser, con diminutas manos, diminutos pies, diminuta sonrisa, lanzaba su comida al suelo para que un viejo William pudiera comer un poco de eso.

Claro que quería bebés, probablemente adoptarían, o alquilarían un vientre en todo caso para que sus hijos tuvieran los ojos, la sonrisa y el cabello de Harry; o una combinación perfecta de los dos, fruto de lo mucho que se amaban.

Sea como sea, sabía que quería pasar al resto de su vida al lado de Harry, creando una perfecta historia de amor que, a pesar de todos sus tropiezos y heridas, terminarían juntos, y sería un amor que ni siquiera la muerte podría destruir.

Muchas personas sueñan con encontrar al amor de su vida en su mejor amigo, o a su mejor amigo en el amor de su vida. Louis encontró a los dos al mismo tiempo, en la misma persona. Harry era todo lo que algún día imaginó, e incluso mucho más, no se sentía merecedor de alguien tan perfecto como él.

Sabía que Harry le tenía demasiada paciencia, lo cual no tenía mucho, ni siquiera con sus mejores amigos. Louis solía ser muy hiperactivo cuando eran niños, y todo el tiempo hablaba demasiado rápido; Harry sólo respiraba profundamente y trataba de escucharlo atentamente. Y sabía que eso solamente era con él, porque Niall también hablaba rápido y Harry lo miraba solamente para después rodar los ojos e ignorarlo. Niall se enojaba al principio, luego entendió que Harry jamás le prestaría atención porque no le interesaba la historia de lo que le sucedió el fin de semana porque no era un tema importante, porque no involucraba nada de su interés.