Diecinueve-II

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Louis sonrió y subió su mano hacia la mejilla de Harry, pasando lentamente su pulgar sobre su piel , notando que la mañana anterior se había tomado el tiempo de rasurarse para su boda.

Acercó el rostro de Harry hacia el suyo, uniendo sus labios delicadamente, sintiendo el ligero sabor de la barra de chocolate blanco que Harry había comido en el avión, probando por millonésima vez sus labios.

Mentiría si dijera que no sentía su corazón acelerarse cada vez que Harry sonreía entre besos, justo como ahora, porque se sentía tan bien ser el causante de las sonrisas de Harry. Le hacía feliz ser el responsable de hacer que Harry sonría cada día, y deseaba que, toda su vida, lo unico que provocara en él fueran sonrisas.

Se alejó y tomó la mano de Harry para dirigirlo a su habitación, en donde Harry sonrió con ilusión.

—Me podría imaginar que tú mismo construiste la escena de nuestra primera vez siendo novios. La decoración es exactamente igual a la de hace 7 años.

—Quería que recordaras esta noche justo como esa, que te dieras cuenta de que no hago las cosas para enamorarte, si no, porque te amo y porque quiero que sea especial. Quiero que nuestra noche de bodas sea la mejor noche de tu vida y que, con esto, estés aún más convencido de que no te equivocaste al elegirme para el resto de tu vida.

—Yo se que no me equivoque- abrazó a Louis, escondiendo su rostro en el cuello del mayor -gracias por esto.

—Gracias a ti por amarme- rodeó su cintura -ahora, si me permites, quiero hacerle el amor a mi esposo, si no te molesta.

Harry rió y asintió, dirigiéndose a la cama. Se sentó para quitarse sus zapatos y saco para recostarse en la cama, viendo como Louis se retiraba su saco y sus zapatos junto con sus medias.

—¿Vas a dejarte las medias?- preguntó curioso, colocándose a horcadas sobre Harry.

—Es parte de mi sorpresa- se sonrojó.

—¿Sorpresa?...Oh- parpadeó -es esa clase de sorpresa- soltó una risita.

—No te burles- cubrió su rostro con sus manos -Alex me dijo que era una buena idea. No debí hacerle caso.

—No me burlo, mi amor- se acercó para besarlo -es la mejor idea que han tenido- murmuró contra sus labios -es una lastima que te las voy a tener que arrancar en unos minutos.

—No las rompas- subió sus manos para acariciar los pequeños cabellos en la nuca de Louis.

Louis le desató la corbata y deshizo la suya propia para tirarlas al suelo. Se colocó de rodillas y se desabrochó la camisa, dejando ver su torso.

Harry amaba el torso de Louis, sabiendo lo mucho que había trabajado en él. No se veía vulgar o exagerado, era perfecto, aun con su vientre un poquito abultado. Era tan natural y le encantaba.

—¿Te puedo quitar la camisa, bebé?- preguntó besando su mejilla.

—Ahora que eres mi esposo, no tienes que preguntarme si me puedes quitar la ropa, amor- dijo con una sonrisa.

—Así llevemos 50 años juntos, siempre voy a preguntar. Me encanta escuchar que tengo tu permiso- le dio un pequeño beso en el cuello, haciéndolo temblar -ahora, lo haré de nuevo- carraspeó -¿Puedo quitarte la camisa?

—Puedes- asintió sintiéndose tan enamorado por respetar sus límites.

Louis desabrochó su camisa y se la retiró, lanzandola al mismo lugar de la suya. Se agachó para besar delicadamente el cuello de Harry, sin dejar marcas, dando leves mordidas y haciendo suspirar a Harry.

Beautiful Shade (l.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora