Beautiful Shade (l.s.)

Dieciséis-II

Después de varios años, un Harry de 24 años se encontraba recibiendo el diploma al mejor promedio de su generación y su constancia de haber concluido exitosamente su licenciatura como médico cirujano.

Harry y Louis habían pasado altos y bajos después de tantos años juntos, sin embargo, todo era parte de una relación. El menor había aprendido a controlar un poco mejor sus impulsos y Louis cada vez era más paciente con Harry cuando se molestaba, que especialmente era cuando tenía pruebas importantes.

Louis sabía que, después de las vacaciones de verano, Harry empezaría su internado y sería más difícil verlo. Él, por su parte, había logrado conseguir varios trabajos en obras importantes en Estados Unidos, lo cual significaba que seguiría viviendo en el país.

Las cosas habían cambiado bastante desde que las cosas se tranquilizaron para Harry y Louis después de todo lo que habían vivido.

Cuando Liam y Zayn terminaron sus carreras, ambos decidieron mudarse a una casa para ellos solos a un par de calles de la casa que compartían con los demás chicos. Decían que necesitaban hacer eso para ver si al vivir solos, juntos, funcionaba de verdad y, con eso, decidir cual sería el siguiente paso en su relación.

Claramente, Zayn había dicho que hasta que Harry no tenga un anillo en su dedo el no iba a darle un anillo a Liam. Y Liam dijo que, efectivamente, Zayn tenía que darle su anillo después de que Harry y Louis estén comprometidos.

Niall había comenzado una relación formal con Alex y la chica vivía definitivamente con ellos desde hace un par de años, al igual que estaba asociada con Louis por haber estudiado lo mismo. Estaban comenzando a buscar un nuevo hogar para poder mudarse los dos juntos, lo más cerca posible de los chicos para no dejarse de ver y convivir, al menos, todos los fines de semana que pudieran hacerlo.

Logan había formalizado también con un chico llamado Lucas y se había mudado con él apenas termino su carrera. De igual manera, su casa estaba a dos casas de ellos, así que, prácticamente, se veían todos los días y Logan y Harry hacían la despensa todas las semanas juntos y tardaban horas, mientras Louis convivía con el novio de Logan, descubriendo que también amaba el futbol. Así que, cada domingo, Logan y Harry se sentaban aburridos en el sofá de la sala, mientras sus novios le gritaban a la televisión como si los comentaristas, árbitros o los mismos jugadores del equipo contrario los pudieran escuchar, o mientras lloraban de felicidad y se abrazaban emocionados cuando su equipo ganaba algún juego, para que, a los diez segundos, Alex saliera a gritarles que se callaran porque quería dormir o porque Niall estaba estudiando y no lo dejaban concentrarse.

A pesar de todo eso, la casa que compartían seis chicos, estaba por convertirse en casa de Louis y Harry, en su hogar.

Y había otras cosas en las que Louis había pensado cuando cumplió cinco años con Harry, quería pedirle matrimonio.

Es por eso que, hace un par de meses, cuando Harry se la pasó toda la tarde encerrado en la habitación, corrió con Liam y Zayn a la joyería a comprar el anillo perfecto para Harry, digno de lo maravilloso e increíble que el era.

Flashback- dos meses atrás.

Louis miraba indeciso decenas de anillos pensando que ninguno era lo que quería para ese momento especial de pedirle la mano a Harry.

Llevaban alrededor de cinco tiendas y tres horas enteras tratando de encontrar lo que Louis buscaba, sin éxito, haciendo que Liam y Zayn se comenzaran a cansar de tanto caminar por lo indeciso que estaba siendo su amigo en ese momento.

—Vamos, Lou, solamente escoge uno. Es Harry, le puedes dar un anillo de juguete y te va a decir que sí.

—No, precisamente porque es Harry quiero que sea especial.