Eran ya tantas las ocasiones en que presenció escenas como esa que había perdido la cuenta, pese a que no era algo común debido a las medidas que tomó la mafia con relación a la salud de sus trabajadoras habían los casos suficientes para causar preocupación a los altos mandos así como a miembros que trabajaban en aquella área al punto que él mismo llegó a verse involucrado desde que fue puesto bajo la tutela de Kouyou siendo capaz de aprender lo que el bajo mundo le hacía a las mujeres.
Recordaba él incesante llanto de las más jovenes, el miedo, la desesperación reflejados en su rostro al sentir que su vida se a visto arruinada pero con ellas llegaban las palabras llenas de amor y comprensión que la mujer pelirroja les ofrecía, las opciones que tenían y la ayuda que recibían si aceptaban tenerlo o no.
Era irónico que ahora se encontraba pasando por la misma situación.
Llevaba poco más de un año desde que aceptó darle una segunda oportunidad a su antiguo compañero Osamu Dazai a quien desde los 16 ya le habia jurado amor eterno, creyó que su relación podía funcionar pues no tenían la misma mentalidad de cuando se conocieron, no eran unos adolescentes hormonales que solo pensaban en satisfacer sus deseos sexuales, consideraba que habían madurado, tenían metas y nuevos objetivos, sueños que deseaban realizar sin embargo era demasiado pronto para cumplir el que ahora tenía entre sus manos.
- maldición - cerró sus ojos presionando con fuerza aquella prueba de embarazo que ahora reflejaba el resultado positivo - ¿que voy a hacer? -
Tenía que decirle a Dazai pero tenía miedo de su reacción, sabía que lo primero que le reclamaría sería sobre el método anticonceptivo que usaba, se dejó de poner las inyecciones un par de meses tras partir al extranjero que olvido que tenía que reanudar su tratamiento una vez estuviera de regreso en Yokohama, después discutirian sobre tenerlo o no, si debía abortar o lo tendrían juntos aunque eso lo veía imposible, Dazai era el tipo de hombre que desaparecería cuando no quería una responsabilidad, sabía que el castaño lo amaba pero ese sentimiento era tan frágil que era difícil aferrarse a el.
Darle tantas vueltas al asunto comenzaba a frustrarlo, primero tenía que ver a un médico que le realizará el examen de sangre, las pruebas que compraban en la farmacia en ocasiones fallaban pero si realmente estaba embarazado necesitaba la opinión profesional, era muy difícil que un hombre pudiese llegar a término del embarazo, habían muchos riesgos pero la ciencia avanzó a pasos agigantados desde que se dieron los primeros casos de hombres usuarios de habilidad que tenían la capacidad de procrear.
Si, eso era con lo que iba a empezar, le solicitaría a Mori un estudio completo para saber si el embarazo era viable o no y de ahí tomaría la decisión de decirle a Dazai.
☆
- Chuuya mirame - la fémina del kimono sostuvo su mano con delicadeza buscando las palabras correctas para calmar el sin fin de emociones que atormentaban al pelirrojo - tienes nuestro apoyo, si decides tenerlo estaré contigo en todo momento, pero si decides abortar... - se detuvo por unos segundos dando un largo suspiro
- será un procedimiento rápido, yo mismo me aseguraré que recibas la atención como el ejecutivo que eres Chuuya kun- continuó el hombre de cabellos azabaches acercándose al gran ventanal para observar la ciudad - podemos hacerlo sin que Dazai kun lo sepa, será nuestro secreto -
- yo... en serio se los agradezco - en su rostro una pequeña sonrisa se dibujo sobre sus blancas mejillas - pero... si le diré a Dazai, tiene que saberlo de todas formas creo que voy a realizarme el aborto... es lo mejor - desvío la mirada presionando sus puños con fuerza - alguien como yo no puede pensar en formar una familia, soy un asesino es demasiado peligroso-
- entendemos, tienes apenas cuatro semanas aún estas a tiempo, piénsalo, habla con Dazai kun y cuando estés listo llevaremos acabo el procedimiento -
- si, gracias -
- tomate el día de mañana, descansa -
Se limitó a asentir como respuesta, tomo su sombrero y tras una breve reverencia salio de la gran oficina de su líder ahora más decidido en buscar al detective, tener esa conversación con ambos adultos le ayudó tanto para aclarar sus pensamientos, en la mañana que vio ese resultado se paralizo, pensaba que su vida tal como la conocía había llegado a su fin sin embargo ellos colocaron las opciones que tenía y con una gran paciencia le explicarlo todo, le daba una gran paz mental saber que no estaba solo aún si Dazai decidía abandonarlo.
Lástima que todo ese valor que había acumulado se desvaneció una vez se encontró frente a la puerta de la Agencia de Detectives.
- puedo hacerlo... no voy permitir que algo tan absurdo como esto me domine- se repitió una y otra vez en voz baja sosteniendo la perilla de la puerta entre sus manos - soy un maldito ejecutivo, me enfrente a un dragón así que esto no es nada, puedo hacerlo, puedo hacerlo-sus pulmones se llenaron de oxígeno una y otra vez abriendo la puerta de un solo golpe - ¡Dazai! - llamó su nombre consiguiendo la atención de todos los presentes quienes se limitaron a observarlo con sorpresa, eso volvió a intimidarlo.
-¿Chuuya? ¿que haces aquí? - el castaño se levantó de su asiento para acercarse a paso firme a su pareja, no pudo evitar sentirse preocupado con tan solo verlo, su piel estaba pálida, unas enormes bolsas moradas brillaban bajo sus ojos, su cabello estaba desarreglado, algo totalmente impropio de él, y en su rostro se notaba una expresión de completa preocupación -¿que ocurre Chuuya? ¿estas bien? - con cuidado sostuvo su mano para obligarlo a entrar y que tomará asiento en uno de los sofás observando de reojo a la doctora para que acercara a revisarlo
- yo... yo si estoy bien - se apartó de la azabache quien con solo verlo se percató de lo que ocurría, era doctora al igual que Mori pero quien más le preocupaba era el otro detective que en silencio lo analizaba sin soltar la bolsa de dulces, estaba seguro que él dedujo todo desde el momento en que llegó.
- pero chibiko ¿estas seguro? Yosano san puede... -
- no- le interrumpió -estoy bien solo quiero hablar contigo en privado -
Aun con duda el castaño accedió, debía ser grave si no respondió al apodo con el que siempre lo llamaba, observó a su compañera quien posando su diestra sobre su hombro asintió y le dedicaba una sonrisa llena de cariño.
- bien, vamos - tomó su mano entrelazando sus dedos para llevarlo hasta la enfermería, no iba a arriesgarse a que se desmayara estando lejos de la única mujer que podría atenderlo de manera inmediata.
Una vez la puerta se cerró espero pacientemente a que el pelirrojo hablará, pero no sucedía, un silencio sepulcral los envolvió por largos minutos, era como si todas las palabras que Nakahara quería decirle se mantuvieran atrapadas en su garganta.
- Chuuya, dime que ocurre - acortó la distancia que los separaba acariciando con delicadeza su mejilla - por favor, si es malo buscaré la solución pero dimelo -
- no es tan fácil... yo... - sus ojos se humedecieron, era un cobarde, nunca creyó sentirse de esa manera, era un mafioso, un asesino, alguien que no podía mostrarse débil y se estaba desmoronando delante de la única persona que le importaba.
- Chuchu dimelo, estoy contigo saldremos adelante sea lo que sea, eres más fuerte de lo que crees así que no te preocupes podremos solucionarlo -
Le sorprendía con que facilidad el detective le repetía que todo estaría bien, no pensaría lo mismo si supiera que...
- vas a ser padre - pensó en voz alta, fue solo un susurro pero lo suficientemente fuerte para que el más alto no lo pudiera ignorar
-¿que? - aquella confesión le cayó como un balde de agua fría, imagino cualquier cosa menos eso - no es posible... usabas anticonceptivos, ¿tu estas...? - retrocedió un par de pasos intentando asimilar la situación y su próxima respuesta
- si- el pelirrojo se planto firmemente delante suyo y encontrándose con sus orbes avellana lo confirmó una vez más - tengo cuatro semanas de embarazo Dazai, me hice una prueba - le entregó las hojas de los estudios de sangre que realizó Mori, no había error, estaba esperando un hijo de su ex compañero.
-no puede ser...-
ESTÁS LEYENDO
Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku
FanfictionSer padres, una nueva etapa en sus vidas esta próxima a dar inicio, sin embargo ¿realmente el doble negro estará listo para recibir a este pequeño ser? ◆ 31 días, 31 palabras Este es mi aporte para el Agosto de M-preg. Siendo sincera no estaba se...