Volver a su hogar no se sentía diferente, en cuanto atravesó la puerta principal era como si todo el peso que llevaba sobre sus hombros recayera nuevamente haciéndo sentir a aquel pelirrojo de ojos celestes siendo aplastado, asfixiado por el estrés y la preocupación de todo lo que había ocurrido desde el día en que nació de su hija.
- todo va a estar bien Chuu, anda ve a la cama a descansar - posando con delicadeza su diestra sobre su hombro el detective busco darle un poco más de confianza, con solo mirar su expresión se le notaba abrumado y agotado pese a haber estado en cama durante dos días
- no... - bajo la mirada a la carreola donde su bebé dormía profundamente - ya me canse de estar acostado... creo que preferiria hacer algo más - su mirada viajó de la sala al comedor y luego a la cocina esperando encontrar algo que limpiar pero todo estaba sorprendentemente impecable
- aunque busques no vas a encontrar ni una sola mancha Chuu- respondió su pareja mostrando una sonrisa orgullosa en su rostro - no hay ropa que lavar, fui por las compras, limpie las habitaciones para que únicamente te dediques a recuperarte -
- esta bien - le sorprendía hasta donde podía llegar el castaño cuando realmente se proponía a hacer las cosas, recordaba lo sucio que tenía su apartamento que le dio la Agencia de Detectives y ahora era visible cuan responsable se había vuelto - gracias Osamu - colocándose sobre las puntas de sus pies se acercó a su rostro para depositar un tierno beso en su mejilla
-iré a preparar los biberones de Fumiko, pronto tendrá hambre así que siéntate en el sofá con ella e iré contigo en cuanto termine - acariciando su mejilla busco sus brillantes orbes celestes que poco a poco volvían a brillar tal y como los recordaba.
★
Los días transcurrieron con rapidez, para Nakahara era difícil adaptarse a su nueva rutina, sobre todo porque ya no estaba las veinticuatro horas del día preocupado por su pequeña; durante las noches Dazai se levantaba para asegurarse que Fumiko durmiera profundamente, la alimentaba con la fórmula que Mori y Yosano les habían recomendado y revisaba que su pañal se mantuviera limpio, al salir el sol él preparaba el desayuno para ambos, algo saludable tal como el nutriólogo había recomendado, y antes de irse la niñera llegaba para ayudarle tanto con la limpieza del apartamento como cuidando a la menor, todo eso le permitió al pelirrojo recuperar tanto sus horas de sueño como su tranquilidad.
Una vez Dazai partía al trabajo comenzaba con su nueva rutina de ejercicios, no podía excederse de lo contrario la joven mujer enviada por Kouyou terminaría delatandolo y no estaba para un largo discurso del porque debía cuidarse más por parte de su mentora.
Pasado media día se dirigía a la mafia donde había vuelto a sus deberes como Ejecutivo aunque la mayor parte del tiempo estaba en oficina o en reuniones con extranjeros con los cuales había tenido que aplazar sus planes debido a su recuperación.
Así había sido el último mes, sin embargo lo único que no cambiaba era que no podía dejar de lactar cosa que se volvía incómodo si en la alimentación de Fumiko continuaban alternando entre darle biberón y darle de su pecho.
- gracias por cuidar de Fumiko, Mizuki chan -
No recordaba cuando fue la última vez que habia podido darse una larga y relajante ducha, no estaba seguro de cuanto tiempo paso en la tina pero sentía sus músculos tan relajados que si se acostaba iba a caer dormido de inmediato.
- no hay de que Nakahara san, para eso estoy aquí - respondió con voz gentil la joven azabache quien recostada en la amplia cama matrimonial observaba a la infante dormir profundamente
- te daré tu paga de esta semana y... - se acercó a uno de los cajones de la mesita de noche sin embargo la adorable escena que se hallaba frente a sus ojos lo detuvo
La pequeña castaña se había quedado dormida sobre el cojín de lactancia, parecía cómodo, su pequeño cuerpo encajaba a la perfección siempre y cuando estuviera acostada de lado, Kouyou se lo había dicho la posición en que dormía era igual a como cuando estaba en su vientre.
- es tan linda su hija Chuuya san - reincorporandose la cubrió con una delgada manta viendo como se quejaba por un segundo antes de continuar en su sueño profundo - volveré mañana después de las nueve-
- si... Mizuki chan, gracias por tu ayuda no se que haría sin ti - abriendo el cajón delante suyo tomó un sobre que contenia varios billetes - abajo te espera un auto para llevarte con Kouyou san-
- gracias Chuuya san, pase buena noche - y tras una ligera reverencia se marchó.
El mafioso no podía imaginar cómo sería ahora su vida si esa chica no lo ayudará todos los días, sin duda ya hubieran perdido la cordura o quizás no porque Dazai ponía de su parte para mantener el orden en su hogar, no se sentía solo como al principio, podía ver el apoyo de aquellos que eran cercanos para él.
- Dazai... - se sento en la orilla de la cama mientras cerraba sus ojos esbozando una pequeña sonrisa, en su mente recordaba todos los momentos agradables que pasó a su lado, las adversidades que habían atravesado para llegar a ese punto de completa felicidad- ¿que me ha pasado? - no era el mismo niño impulsivo y violento que cuando entró a la organización, había cambiado en cada aspecto de su vida y todo por amor, era irónico para alguien que juraba nunca enamorarse y menos de esa caballa.
Se levantó con el fin de poder terminar de vestirse con algo más cómodo, era cuestión de tiempo que su compañero llegara y no quería que lo encontrará con una toalla aún sobre su cabello mojado.
Fueron minutos lo que le tomó vestirse con ropa cómoda, una pijama cálida pues comenzaba a bajar la temperatura en el exterior, ató su cabello en una coleta alta y asegurándose de que su pequeña dormiría por un rato más se dirigió a la cocina para preparar la cena.
Un poco de arroz, cangrejo enlatado y el sake que tenían en el refrigerador fue lo que encontro, tendría que hacer compras el día siguiente pero de eso ya se preocuparía más adelante.
El mecanismo de la puerta se escuchó seguido de los pasos adentrarse con calma, un corto suspiro y luego esa voz que reconocería en cualquier lugar
- estoy en casa -
- bienvenido Osamu - salió de la cocina acercándose para rodearlo con sus brazos y depositar múltiples besos sobre sus labios -¿que tal el trabajo?-
- bien Chuu, algo cansado - rodeando su cintura con ambos brazos lo levanto ligeramente del suelo - pero estar con ustedes hace que no sienta el cansancio -
- ve a refrescarte, revisa a Fumiko mientras término la cena ¿esta bien? -
- gracias Chuu, eres el mejor - se separó del pelirrojo aunque no lo deseara dirigiéndose a la habitación.
Durante todo el tiempo en que Nakahara permaneció en la cocina la castaña no se había movido de su lugar, por ende cuando su padre entró le enternecio encontrarla en el cojín de lactancia que había comprado recientemente al punto de no puder evitar tomar múltiples fotos con su teléfono celular antes de correr de regreso a la cocina
-¡Chuuya! -
El pelirrojo dio un pequeño salto asustado al escucharlo dejando caer los cubiertos que llevaba en sus manos
- Dazai ¿que ocurre? -
- ¿ya viste a nuestra hija?- le mostró la pantalla de su celular sin borrar la gran sonrisa de su rostro - es hermosa mientras duerme -
- lo se, la vi hace rato - bajo la mirada llevando una mano sobre su pecho tras haber sido asustado - duerme tan profundamente-
- igual que tu Chuu, es simplemente perfecta como tu-
Atrayendolo con su diestra le dedicó una mirada seductora sin embargo ese ambiente romántico se vio roto cuando el llanto se comenzó a escuchar a lo lejos.
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Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku
FanfictionSer padres, una nueva etapa en sus vidas esta próxima a dar inicio, sin embargo ¿realmente el doble negro estará listo para recibir a este pequeño ser? ◆ 31 días, 31 palabras Este es mi aporte para el Agosto de M-preg. Siendo sincera no estaba se...