Día 27

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Aquella extraña voz se escuchaba tan lejana para el mafioso volviéndose difícil, sino es que imposible, comprender el mensaje, aun estando inmerso en sus pensamientos era capaz de sentir la presencia de cada una de las personas que merodeaban a su alrededor, observando, buscando, llevando consigo los distintos objetos de ese lugar, sin embargo todo era irrelevante en ese momento para él.

— Chuuya san lo encontró —

Las suaves palmadas contra su espalda lo devolvieron a la realidad dirigiendo la mirada al recién llegado pelirrojo

— si, creo que es este él que me recomendó Mori san — dibujando una ligera sonrisa nerviosa le entregó el pequeño recipiente al sujeto que consideraba un amigo cercano — solo que no termina de convencerme, ¿ya leíste los ingredientes? — acortando toda distancia entre ellos le mostró las letras pequeñas donde mencionaba desde el valor nutricional hasta que tanto había sido procesado — me preocupa que le haga daño a Fumiko, no me gusta cuando enferma —

— Mori san dijo que es de los mejores productos y por lo visto muchas madres lo compran — el estante casi vacío se los demostraba, era bastante solicitado ese alimento, las filas de mujeres llegando al pasillo, buscando entre los distintos sabores y los carritos de compras con más de un par se los demostraban — pero ¿ese sabor Chuuya san? pienso que si le va a dar de ciruela es porque esta teniendo problemas intestinales, estreñimiento o algo así —

—¿que? ¿ciruela? — volvió la vista al empaque dejando salir una baja risita divertida mientras se regañaba internamente, ¿como no se dio cuenta? — no lo había notado, estaba a punto de llevarlo, menos mal te traje conmigo — y colocándolo en el mismo sitio de donde lo tomó busco un sabor diferente, algo que estaría seguro que a su pequeña le gustaría

— lleve varios, miré — le señalo las variedades que se encontraban en el exhibidor — llevale uno de verduras, este de frutos se ve dulce, el de pollo— se detuvo a pensar haciendo una mueca de desagrado —aunque... — lo tomó en sus manos observando el color — se ve extraño...  mejor no —

— son papillas por eso se ven extrañas — comenzó a guardar los distintos frascos en la canasta riendo con diversión por la forma en que actuaba el pelirrojo  — creo que con estos será suficiente Tachihara pero llevaré el de ciruela por si acaso —

— usted manda Chuuya san — tomó la canasta para ayudarlo a llevar las compras, no eran muchas y para nada pesado pero el ejecutivo llevaba a la pequeña castaña dentro de la carreola así que podía ayudarlo aunque sea con eso

Entraron al apartamento señalando a su subordinado que dejará las bolsas sobre la mesa del comedor mientras él se hacía cargo de su hija

—¿donde guardo las cosas Chuuya san—

— dejalas ahí, más tarde voy a acomodar la alacena —

Encendió la televisión en un canal para niños, específicamente uno que le gustaba a su pequeña, Kouyou tenía razón, su hija era muy inteligente y capaz de comprender lo que ocurría a su alrededor pues con poner un programa ella se estaba completamente tranquila, en ocasiones parecía que hablaba o cantaba al igual que los personajes aunque fueran únicamente simples balbuceos.

Estaba orgulloso y feliz de cuanto había crecido la castaña.

— ¿cuando le dará la papilla Chuuya san? — ignorando sus indicaciones había comenzado a guardar las cosas de la cocina, no sólo las nuevas comidas que había conseguido para Fumiko

— por supuesto cuando llegue Dazai, además recién le dimos un biberón aún no tiene hambre — dejando almohadas a su alrededor se aseguró de que no fuese a caer en cuanto le quitara la vista de encima — pero yo tengo hambre, hay que pedir algo no tengo ganas de cocinar —

— claro Chuuya san, ¿que desea que le traiga? — de uno de sus bolsillos saco su teléfono celular comenzando a buscar en internet los números de restaurantes cercanos

— no lo se, pero no le diría que no a la comida italiana —  abrió la puerta del refrigerador buscando algo refrescante, esperaría a abrir una botella de vino cuando su comida llegará — cerca de aquí vi un... —

El ejecutivo se vio silenciado por la llamada entrante, fue de extrañar debido a la hora que era ver el nombre de Dazai en la pantalla.

— ¿Dazai? ¿esta todo bien? — no podía evitar sentirse preocupado, últimamente la Agencia de Detectives y la Mafia Portuaria tenían más trabajo de lo normal debido a las pequeñas organizaciones extranjeras que se atrevían a invadir el mercado negro provocando que hubiese noches en las que el castaño no llegará a casa

— por supuesto Chuu, solo quería avisarte que llegare antes hoy, podremos pedir algo de comida a domicilio para que no tengas que cocinar — 

— claro, me leíste la mente — uua baja risilla escapo de su boca, lástima que el castaño prefería el cangrejo y ni tenía muchas ganas de mariscos

llegare en treinta minutos, mientras piensa que se te antoja Chuu, te amo

—si Dazai, yo también te amo —

Con eso se despidieron, el pelirrojo con la vendita en la nariz solo podía observar a su superior con algo de lastima pero al mismo tiempo había encontrado otra oportunidad para invitarlo a salir los días siguientes a un buen restaurante italiano

— supongo que me voy, si el demonio prodigio me encuentra aqui no creo vivir lo suficiente para ver crecer a esta linda pequeña — se acercó al sofa para despedirse de la castaña acariciando su corta cabellera

— no debes de preocuparte por Dazai, sabe que solo vienés a ayudarme y te estoy agradecido por todo lo que has hecho por mi.

— lo se, pero aún así no quiero ser una molestia entre ustedes dos ahora que todo a ido tan bien — tomando sus cosas se encaminó a la puerta colocándose su calzado — nos vemos mañana Chuuya san, si necesita algo no dude en llamarme —

Una hora después las llaves abriendo la puerta fueron audibles hasta el comedor.

— estoy en casa — al llegar al apartamento lo encontró completamente vacío, imagino que su pareja se encontraba en la habitacion o quizás dándose una ducha así que solo se adentro tras dejar su gabardina en el perchero —perdón la demora Chuu, encontré algo que te podría gustar — saco una botella de vino, ahora que había dejado de amamantar podría darse ese pequeño gusto

Iba a dejar las cosas en la cocina antes de buscarlo pero lo que vio lo dejó pasmado y enternecido

— oh bienvenido Dazai — dejando el frasco de papilla en la mesita limpio con el babero la boca de su pequeña los rastros de comida — mira Fumiko es papá, dile hola —

En respuesta la castaña solo movio sus manitas balbuceando sin apartar la mirada de su madre

— ven Dazai, ¿no quieres darle de comer tu mismo? —

— por supuesto Chuu— sus ojos brillaron con emoción tomando el lugar enfrente de la niña.

Dejando las bolsas sobre la mesa tomó entre sus manos la papilla de frutas, una mínima porción con la cuchara fue suficiente y llevándola a la boca de la pequeña esta lo saboreó, era una escena tan adorable que no se dio cuenta del momento en que le fue sacada una fotografía

— saliste perfecto, esto va para mi álbum —

Una vez terminaron el pelirrojo se dedicó a preparar junto a su compañero su cena, agradecido que no había comprado solo cangrejo y el ramen no era tan malo para ser algo fácil y rápido que preparar.

Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora