Las voces a su alrededor se escuchaban tan lejanas pese a la cantidad de personas que se encontraban en la sala, la desesperación lo estaba consumiendo desde su interior, quemando lentamente sus entrañas mientras en su cabeza yacia un solo pensamiento...
"El miedo de perder a su Chuuya"
No podía aceptarlo, no era capaz de asimilar lo que acababa de suceder, tan sólo un par de horas atrás el pelirrojo todavía estaba riendo y bromeando pese al dolor que le causaban las contracciones, todo parecía que iría tan bien y de pronto la situación se fue al carajo, el amor de su vida estaba al borde de la muerte.
- Dazai... ¡Dazai! -
Un suave toque sobre su hombro lo obligó a regresar a la realidad, el ruido retumbó en sus oídos una vez más al mismo tiempo que se reincorporaba para buscar a la persona que lo llamaba, con suerte sería el médico a cargo del pelirrojo.
- Kouyou san-
Lo inimaginable sucedió, si algún conocido ya sea de la mafia o la agencia lo mencionaba nadie sería capaz de creerlo sin embargo en ese lugar, en ese momento en que el castaño buscaba un soporte para no derrumbarse se había aferrado a la única persona conocida que tenía a su lado y tomando el atrevimiento rodeó sus hombros con ambos brazos permitiendose desahogar ese sentimiento que lo abrumaba.
- Dazai ¿como esta Chuuya? ¿y la bebé? ¿Dazai que sucedió? - desde el momento que ingresó pudo notar que algo estaba mal, la expresión del detective y su forma de actuar se lo confirmaba así que como una madre comprensiva se dedicó a dar caricias en sus desordenados cabellos castaños
- su corazón... su corazón se detuvo - las palabras no salían de su boca, sentía que al decirlo todo se volvía más real y eso lo aterraba - la niña... Fumiko nació ella es muy linda... esta con los recién nacidos... - una sonrisa llena de dolor se dibujo en su rostro - pero Chuuya, no se que pasó con Chuuya -negó con la cabeza, las lágrimas por más que intentó contenerlas no lo consiguió, estaba cansado de esperar por que el doctor saliera y le diera malas noticias, si eso sucedía no sería capaz de cuidar a su hija sin Chuuya, moriría junto a él. Era un mal padre por abandonar a su hija.
- no... él... - separándose del ex mafioso lo tomo por los hombros para verlo a los ojos, jamás creyó ver tan roto al temible demonio prodigio - Chuuya es fuerte, él va a estar bien ¡¿entiendes?! Chuuya tiene mucho por que vivir así que no te atrevas a dudar de él, va a estar bien... va a estar bien... Chuuya va a estar bien -
- no lo se... yo... es que no lo vio Kouyou san, tan débil... todo paso tan rápido y... no quiero perderlo, no puedo - paso ambas manos por su rostro removiendo él rastro de gotas saladas que permanecía en sus mejillas.
- Dazai escuchame, Chuuya a estado en situaciones similares - aquella afirmación dejó sorprendido al castaño - no sabes cuantas veces lo vi al borde de la muerte después de que lo has abandonado tras utilizar corrupción, el tiempo que pasa en cama y lo terrible de sus heridas -
- yo... lo siento no me había... -
- eres muy listo pero también en ocasiones eres un idiota - llevo su mirada al pasillo que daba con urgencias al ver a un par de doctores salir - él podra con esto, se pondrá bien -
- ¿Dazai san? - él médico obstetra que se encargó del parto se acercó saludando con respeto a la mujer que reconoció como ejecutiva la Port Mafia.
- ¿como esta Chuuya? - se puso de pie inmediatamente en que sus ojos se encontraron - ¿él esta bien? -
- Chuuya kun se encuentra estable, solo necesita descansar-
En cuanto dio la noticia tanto Dazai como Kouyou sintieron como si un terrible peso se les fuera quitado de encima.
- que alivio... - peino hacía atrás los mechones que caían por su frente dejando escapar un profundo suspiro - pero ¿que fue lo que ocurrió? ¿porque el corazón de Chuuya se detuvo? -
- el parto siempre es difícil, sea de forma natural o cesárea, siempre hay riesgos presentes - hizo una pausa acomodando los documentos que llevaba entre sus manos - su cuerpo no resistió la cantidad de dolor al que fue sometido, su presión arterial se elevó a niveles peligrosos y por ello su corazón se detuvo -
-¿pero estará bien? - en esta ocasión fue la femina quien pregunto
- deberá permanecer un par de días en el hospital pero estará bien, Chuuya se encuentra estable y una vez despierte se le realizarán algunos exámenes para asegurarnos de que no hayan consecuencias a largo plazo -
El castaño agradeció por todo lo que habían hecho, ahora podía sentirse más tranquilo e ir a ver junto a Kouyou a su hija.
- debo continuar trabajando, la enfermera los llevará a verlo una vez terminen de trasladarlo- y con una reverencia se alejó volviendo en sus pasos para atender su siguiente caso.
Antes de buscar la habitación del ejecutivo el detective llevo a la pelirroja al área de recién nacidos donde su hija se encontraba, recientemente una de las encargadas la había arrullado hasta que cayó profundamente dormida.
- es hermosa, lástima que se parece a ti - bromeó dejando escapar una baja risilla divertida
- por primera vez creo que tiene razón, hubiera preferido que se parezca a Chuuya - respondió posando la maleta que la mujer les había llevado sobre su hombro - le entregaré a la enfermera la ropa de Fumiko-
La pequeña castaña sólo llevaba el pañal, aunque la temperatura habia bajado durante toda la noche sabia que su hija no pasaba frío pues el espacio donde se encontraba era bastante cálido.
- sabe Kouyou san, hace unos días después de llegar a casa Chuuya me enseño que había comprado un álbum que llenaría con las fotos de nuestra hija y no sólo eso - bajo la mirada sintiendo como sus ojos se volvían a humedecer - dijo que también guardaría un mechón de su cabello después de su primer corte, sus dientes de leche incluso ... - talló sus ojos para alejar esos sentimientos, ya no era tiempo de llorar - lo peor fue que también quería el cordón umbilical, tenía una caja especial para eso y con todo lo que pasó no se lo pedi al doctor... ni siquiera se como funciona, pero hubiera querido ser yo quien lo cortara - sus ojos permanecían sobre la figura de la menor, más específico su estómago donde aún sobresalía de su ombligo lo último del cordón
- ya podrás hacerlo cuando tengan otro hijo mientras podemos decirle al doctor que nos ayude para que Chuuya guarde el cordón umbilical de Fumiko - poso su diestra sobre su brazo tomando la maleta ella misma - ve a ver a Chuuya, yo quiero vestir a Fumiko después la llevaré mientras despierta Chuuya -
- esta bien, gracias nee san -
Una enfermera de cabellos negros que estuvo en la sala de parto lo había estado esperando para llevarlo al lado del pelirrojo y ahí esperar a que vuelva a abrir esos hermosos orbes celestes que lo tenían cautivado desde los quince años.
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Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku
FanfictionSer padres, una nueva etapa en sus vidas esta próxima a dar inicio, sin embargo ¿realmente el doble negro estará listo para recibir a este pequeño ser? ◆ 31 días, 31 palabras Este es mi aporte para el Agosto de M-preg. Siendo sincera no estaba se...