Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku

Día 03

El joven pelirrojo dio un largo suspiro cansino mientras observaba las palabras recién plasmadas en la pantalla de su computadora, rectificó la redacción por segunda vez asegurándose que estuviese narrando los hechos ocurridos la noche anterior de forma correcta, odiaba todo con referente al papeleo, hacer los reportes pero siempre tuvo presente que eran parte del trabajo en la Port Mafia, además de que durante el siguiente año sería lo único a lo que se dedicaría debido a su estado.

Se puso de pie estirando sus brazos hacia enfrente seguido de su espalda, camino al gran espejo de cuerpo completó que tenía cerca de la puerta observando la imagen de él, sus caderas se notaban más anchas y su vientre recién empezaba a ser visible, no quería pensar en lo enorme que se vería cuando llegue a los seis meses.

Cerró sus ojos un momento posando ambas manos en su abdomen imaginando que podía sentir a su bebé, nada ni nadie podía arrebatarle la felicidad que sentía, una vida crecía en su interior, un ser humano al que le daría todo el amor que una madre le pudiera dar...

Madre, ese término lo hacia sentir incómodo, ¿que no sólo a las mujeres se les decía así? no le agradaba que Dazai e incluso Mori le dijeran que iba a ser madre, se sentía confundido, era bonito pero extraño, quizás eran las hormonas lo que lo hacían sentir de esa manera, debía dejar de darle vueltas al asunto, preocuparse únicamente por alimentarse correctamente y no olvidar las vitaminas que le recetaron.

Un par de vibraciones se escucharon desde el escritorio, un mensaje habia entrado a su chat e imaginaba que se trataba de cierto castaño con quien había quedado de encontrarse para almorzar.

Leyó el corto texto que recibió frunciendo el ceño con molestia para poder responder.

Caballa:
¡Chuuya! Kunikida kun
no me deja salir a verte,
dile algo por favor!!!

Chuuya:
Te dije que hicieras tu
trabajo y dejaras de
causarle problemas a
tus compañeros.

Caballa:
Pero Chuuya
Es tan aburrido hacer
reportes, ven a la
agencia si te ven
aquí me dejaran salir

Chuuya:
No, termina
Te veré en la noche
y deja de causarles
problemas a tus
compañeros

Después de eso solo ignoro la siguiente cadena de mensajes del castaño quejándose y rogando por que convenciera al idealista.

Volvió a su escritorio terminando su trabajo para imprimir las pocas hojas y entregarlo a su líder, con eso había concluido su día laboral.

Revisó la hora una vez subio a su auto, recién eran las dos de la tarde, no tenía hambre pese a que estaba cerca su hora de comida sin embargo estuvo toda la mañana con cierto picor bajo su lengua, tenía antojo de algo dulce pero era difícil saber de que.

- todo sería más fácil si pudiera beber un poco de vino -

Se quejó encendiendo el motor y comenzar a recorrer las calles de Yokohama.

Observó los negocios de comida rápida, hamburguesa, pizza... para nada, es imposible no sentir náuseas por toda la grasa con la que lo preparan.

Comida mexicana, era demasiado picante.

Comida europea, compraron hace tres noches pasta entre otras cosas, prefería algo más.

Comida china, debía admitir que le gustaban los dumplings pero era demasiada masa, quizás otro dia.