El sonido del metal golpeando contra las superficies fue lo que llamó su atención, lo primero que hizo al despertar fue buscar a su compañero del otro lado del colchón sin embargo no había rastro del pelirrojo.
Se puso de pie observando la habitación en un intento de olvidar por completo el sueño y el cansancio que lo invadía tras una exhausta jornada laboral, busco su celular en la mesita de noche y tras ver la hora dejó escapar un largo suspiro cansino.
- Chuuya-
Llevo ambas manos a su rostro para tallar sus ojos y limpiar cualquier rastro de lagañas en estos, se puso de pie, colocó sus sandalias dispuesto a buscar al mafioso sin embargo hasta que el sonido de una olla caer seguido de un grito lleno de furia con una maldición lo hizo correr por temor a que Nakahara se hubiera lastimado.
-¡Chuuya! ¿estas bien? ¿que ocurre? -
En la cocina encontró al pelirrojo intentando recoger las cazuelas logrando observar que apenas se podía inclinar debido a su vientre de treinta y cinco semanas.
- lo siento, no quería despertarte - con una sonrisa temblorosa respondió el de menor altura utilizando su habilidad para recoger los utensilios de cocina que habían caído.
- Chuuya ¿que estas haciendo? son las dos de la mañana -
El castaño iba a ayudarlo a recoger aquel desorden que ahora se encontraba sobre los distintos muebles pero sabia que si lo intentaba solo terminaría en una discusión con el pelirrojo, no era la primera vez que ocurría pues en días pasados había admitido que el simple hecho de que todos estuvieran encima suyo cuidandolo lo hacía sentir inútil, le dolió tanto verlo llorar de esa manera lleno de frustración y desesperación por no poder hacer las cosas que le gustaban, no poder sentirse normal.
- no podía dormir así que decidí limpiar un poco, acomodar la alacena y... - hizo una pausa llevando su diestra sobre su vientre - el refrigerador - dijo apenas de manera audible
- Chuuya ¿te sientes bien? - preocupado se acercó a toda prisa para sostenerlo y ayudarlo a llegar a una de las silla del comedor
- si, estoy bien solo... - mordió su labio inferior ligeramente exhalando el aire que había estado conteniendo en sus pulmones - últimamente he sentido un pequeño malestar, nada imposible de soportar -
- bebé si te sientes mal debiste decírmelo, podia llamar a Yosano san o a Mori para que vengan a revisarte -
- no es necesario, tampoco quería despertarte has trabajado muy duro en la Agencia -el dolor desapareció, era como si nunca hubiera estado ahí- lo ves ya estoy mejor - se puso de pie para continuar acomodando la losa de cristal en el estante
- ¿estas seguro? - el detective aún lo observaba incrédulo, parecía que el dolor era fuerte y ahora se movía como si nada hubiese ocurrido
- si, Mori san me advirtió que tendría contracciones pero siempre y cuando no fuesen demasiado seguidas estaría bien, que no debería preocuparme - de la estufa tomó una taza bebiendo el contenido, era el té que se había preparado antes de empezar la limpieza
- Chuuya si son contracciones significa que la bebé puede estar en camino -
- si, no falta mucho para que nazca - bajo la mirada nervioso - pero se está acomodando, lleva unos días así, el dolor es cada tres cuatro horas incluso más, puedo estar todo el día sin malestar y en la noche sentirlo como ahora pero no vuelve a pasar hasta la mañana - dejó a un lado su bebida caliente acercándose a su pareja - mientras no sea cada tantos minutos no hay de que preocuparnos - sonrió al sentir las manos del castaño acariciar su abdomen sintiendo a su pequeño moverse
- continúa acomodandose -
- si, por eso no puedo dormir, es muy activa a esta hora - lentamente paso sus brazos alrededor de sus hombros obligándolo a inclinarse hasta que la distancia se volvió mínima - pero tu vuelve a la cama, si me siento mal te avisare de inmediato - susurro contra sus labios antes de unirlos en un beso lento y dulce
- esta bien, pero si te sientes muy mal dimelo y te llevaré al hospital de inmediato - con delicadeza mordió su labio inferior escuchando la baja risilla del contrario por su acción - prometelo -
- lo juro, te lo diré de inmediato no haré nada que ponga en riesgo a nuestra hija -
- bien - no quería soltarlo, prefería cargarlo y llevarlo hasta la cama para abrazarlo hasta caer dormido pero sabia que eventualmente terminaría yéndose de su lado - te amo Chuu-
- y yo a ti, ve a la cama iré en un rato más -
Dicho esto el castaño totalmente resignado se separó y tras depositar un último beso en su frente regresó a la alcoba, la preocupación continuaría presente por largas horas pero sabia que el pelirrojo estaria bien incluso después de ir a la oficina al amanecer, lo veía en su rostro, en el hermoso brillar de sus ojos celestes, su sonrisa y el tenue color carmesí en sus mejillas, aun no era momento para preocuparse sin embargo debía estar atento a las señales y prepararse para el inminente día.
★
El sol brillaba en lo más alto del cielo azul, las aves entonaban su cantar, los niños corrían y jugaban en el parque del centro donde aquel mafioso de cabellos naranjas se había detenido a descansar.
- muy pronto mi amor, muero por tenerte entre mis brazos - dijo en un bajo susurro sin parar las caricias a su vientre, su mente no dejaba de divagar, de perderse en sus pensamientos cada que iba a ese lugar, la emoción inundaba su corazón al ver a los infantes mientras se preparaba para recibir a su hija - seremos una familia -
Bebió un poco más de agua y lentamente se reincorporó, tomó la bolsa con las compras y reaunudo su camino a la agencia de detectives para almorzar con el padre de su hija
★
- entonces ¿no debería preocuparme? -
- no, es absolutamente normal Dazai - la mujer de cabellos azabache le entregó un par de folletos más con información sobre el profesor de parto en hombres - siempre y cuando no sean en intervalos cortos no pasa nada aunque si pueden ser un poco molestos o dolorosos -
- aun así no puedo evitarlo, no quiero que le pase algo - se dejó caer en el escritorio pegando su frente a la madera gastada -no puedo perderlo de nuevo -
- estará bien siempre y cuando yo este ahí - respondió en voz alta mostrándose orgullosa de su trabajo - Mori será quien lleve el parto y aunque no me agrade ser su asistente haré todo lo posible para que esa niña nazca sana -
- no sabes cuanto te estoy agradecido Yosano san- se reincorporó tomando sus manos - tu dime y haré lo que me pidas como agradecimiento -
- solo no lo arruines de nuevo con Chuuya y me dejaras cuidarla y vestirla con todo lo que le compre - de su escritorio saco una gran bolsa con ropa para recién nacida - la voy a malcriar tanto que parecerá hija mia -
- ¡Ay por favor no! -la voz proveniente de la puerta llamo la atención de todos los presentes - no se que te prometió Dazai pero yo no lo aceptó, aunque es lindo que todos los que la rodean le quieren dar cosas lindas así que gracias Yosano san-
- Chuuya ¿que haces aquí? - el castaño se puso de pie para ayudarlo con las cosas que cargaba
- tenía un poco de hambre y quize venir a almorzar contigo - saco un par de bentos de la bolsa - estos los prepare yo pero estoy tan hambriento que en el camino encontré algunos puestos de comida rápida que no pude evitar comprar lo que vendían, traje suficiente para nosotros y tus compañeros -
- es lo que veo, esta bien Chuu- verlo por lo menos comer correctamente le daba una gran tranquilidad, al menos esas primeras contracciones no eran algo por lo que debían preocuparse...
Al menos por ahora...
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Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku
FanfictionSer padres, una nueva etapa en sus vidas esta próxima a dar inicio, sin embargo ¿realmente el doble negro estará listo para recibir a este pequeño ser? ◆ 31 días, 31 palabras Este es mi aporte para el Agosto de M-preg. Siendo sincera no estaba se...