Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku

Día 19

Finalmente, después de dos largos días se les permitió regresar a su hogar.

Durante su estadía en el hospital la pareja constantemente recibía todo tipo de ayuda por parte del personal médico, desde alimentar a la recién nacida con formula, darle pequeños baños de agua tibia y cambiar sus pañales, hasta tener que pasearla por el largo pasillo de maternidad para que pudiera dormir, mientras al pelirrojo le realizaban los últimos exámenes para confirmar si podia ser dado de alta, esto con el fin de que ambos pudieran aprender la forma correcta en que debían cuidar a la menor pues a partir de ahora el trabajo de cuidar a Fumiko les tocaría únicamente a ellos dos.

La puerta principal se abrió de par en par, el apartamento se encontraba exactamente igual a como lo dejaron la noche que salieron a urgencias tras romper la fuente, sin embargo era visible que alguien habia ido a realizar una limpieza profunda para ayudar a ambos padres.

El castaño feliz de volver a cada dejo la mochila con la ropa sucia en el suelo, lo primero que haría es meterla a lavar pero quería pasar un poco más de tiempo junto a su pareja y su hija rodeando con ambos brazos la cintura del contrario.

- ve a la cama Chu, te preparare la tina para que te des un largo y relajante baño- depósito múltiples besos sobre su frente y mejillas antes de pasar a la castaña a quien tomó entre sus brazos - yo me haré cargo desde ahora -

- estoy bien Dazai, descanse lo suficiente en el hospital - respondió con una gran sonrisa dibujada en sus mejillas - además pronto tendrá hambre y el doctor dijo que debía alimentarla yo mismo -

- pero le dieron formula estos días, le hará daño tu leche - entre las revistas que leyó había visto que en los primeros meses no debían estar cambiando constantemente entre darle pecho a darle un biberón de lo contrario esto provocaría que le de indigestión a la bebé

- pero desde ayer la amamante Dazai, cuando fuiste a hablar con el doctor y mi niña no se sintió mal - con su habilidad llevo la mochila a su espalda volviendo a tomar a su hija, en ese momento no quería que nadie se la quitara, que nadie la apartara de su lado aún si se tratasen de un par de minutos, nisiquiera el detective podría separarlos - así que deja que me haga cargo yo, a ti te tocará cuando llore en la noche -

- esta bien Chu, como tu lo órdenes - no podía discutir con él, aun tendria cambios hormonales y existía el riesgo de depresión aunque por como lo percibía parecía ser algo imposible

- mejor hay que pedir algo de comer, muero de hambre -

Nakahara se dirigió a la habitación, siendo sincero debía admitir que sentía ligeramente agotado, su cadera le dolía tanto como su espalda, no había dormido lo suficiente el tiempo en que estuvo internado y ni hablar de lo insípida que eran los alimentos.

Coloco a su hija en la cama con múltiples almohadas a su alrededor dejando salir un bajo suspiro cansino.

- todo va a estar bien ¿no lo crees? vamos a estar bien mi pequeña yo siempre te voy a proteger-

★

La luna brillaba en lo más alto del cielo nocturno cuando el fuerte llanto hizo eco entre las cuatro paredes de la habitación, el mafioso de cabellos pelirrojos fue el primero en despertar asustado al escuchar el grito de desesperación.

Salio de la cama lo más rápido que su cuerpo se lo permitió sin considerar que podría despertar al castaño por culpa de sus bruscos movimientos.

-¿Chuuya? ¿que ocurre? - el detective aún somnoliento lo único que consiguió alcanzar a ver entre la bruma del sueño fue la figura de su pareja al salir por la puerta, levantándose con algo de pereza y salir detrás suyo

- ya mi niña, no llores aquí estoy -

En el fondo era bastante incómodo y vergonzoso que Dazai lo viera en esa nueva faceta, descubrir su pecho sentir lo hinchado que se encontraba y que su hija se aferrara a él para alimentarse, amamantar era una experiencia extraña y al mismo tiempo tan íntima que ayudaba a formar un vínculo único con su recién nacida, ¿asi se sentían todas las madres primerizas? posiblemente.

La luz que emitió el flash de la cámara lo devolvió de sus pensamientos, no se había percatado de la presencia del más alto quien los observaba conmovido por la imagen que tenía delante.

- lo siento, no quería asustarte - se acercó lentamente sentándose a su lado - la tome para tu álbum- le mostró la fotografía que pese a la falta de luz calida a su alrededor había salido bastante bien.

- con todo lo que ocurrio olvidé por completo el álbum - bajo la mirada acomodando a su pequeña quien parecía tener problemas para alimentarse - es un poco doloroso ¿sera normal? -

- duele porque no esta cómoda, dejame ayudarte Chu, tienes que colocarla de esta forma- la movió suavemente indicándole al contrario como posar sus manos quedado esta vez más pegada a su torso - su boca tiene que estar recta a tu pezón no abajo -

- vaya sirvió de algo el curso de padres primerizos al que te hizo ir Kunikida, debería agradecerle - se recargo sobre su hombro mientras terminaba su pequeña, no le tomaría mucho tiempo, no tomaba demasiada, una enfermera le dijo que apenas eran una o dos onzas y por ellos tenía que hacerlo por lo menos cada dos horas para adquirir los nutrientes que necesitaría.

Una vez término la acomodo sobre su hombro, dio un par de palmadas en su espalda con el fin de que sacará los gases de su estómago, un pequeño eructo fue más que suficiente.

- Dazai -

-¿que ocurre Chu? - terminó de acomodar la cuna nuevamente aunque tenía una idea de lo que le pediría el mafioso

- hay que llevarla con nosotros, la cuna hay que ponerla a lado de nuestra cama así podremos verla en cuanto empiece a llorar, no me gusta dejarla sola mucho tiempo-

- estoy de acuerdo pero tendré que desarmar la cuna- era demasiado ancha como para pasar a través de la puerta tal y como se encontraba - ¿puede esperar a mañana? mientras que duerma con nosotros en la cama -

- bien, pero trata de no aplastarnos eh - respondió en tono bromista volviendo a su propia habitación.

Estaban casi seguros que esa noche ninguno sería capaz de dormir con tal de velar el sueño de su hija pero al final de cuentas era algo que los hacia felices como padres.

¿Cuanto durará esa felicidad?