- si, tengo cuatro semanas de embarazo Dazai -
- no puede ser - por un momento sintió como el suelo bajo sus pies se tambaleo, sus piernas con dificultad lo seguían sosteniendo, sabía que el pelirrojo soñaba con formar una familia pero no esperaba que sucediera demasiado pronto, aun tenía planes, habían cosas que quería hacer a su lado, pero con esto todo estaba arruinado.
- solo quería que lo supieras - continuo hablando mientras caminaba hacia la puerta para marcharse, con sus acciones le quedó claro lo que el castaño pensaba al respecto - no espero que tomes parte en esto, se que solo he sido un compañero molesto y que lo nuestro no iba a funcionar, de todas maneras ya decidí que no lo voy a tener -
-¿que? ¿a que te refieres Chu? -
- voy a abortar Dazai- decirlo fue realmente doloroso, pudo sentir como su corazón se estrujaba con la sola idea pues volvía su decisión más real, estaba consiente de que era lo mejor, no traería a un niño a sufrir por su culpa, no podría darle la vida que merecía, solo lo terminaría llevando a un mundo repleto de oscuridad.
- no puedes hacerlo Chuuya - lo detuvo presionando su muñeca con algo de fuerza
-¿porque? - su voz tembló, le era tan difícil a esas alturas contener las lágrimas, sus emociones estaban a punto de salir a flote, no quería que lo viera llorar por eso sentía la necesidad de huir lo más pronto posible.
- tu siempre has querido una familia, recuerdo aquel día Chuuya, dijiste que querias hijos y darles todo lo que no pudiste tener incluido el amor que te negaron - noto como el cuerpo contrario se relajaba guiandolo para que de media vuelta y ver su rostro - tuviste una niñez difícil, luchaste cada día por sobrevivir y todo empeoró cuando decubriste la verdad de quien eres, por eso lo deseas tanto, una familia, un lugar al cual llamar hogar -
- no sigas - las lágrimas comenzaron a descender una tras otra por sus mejillas sin poder detenerlas - por favor basta -
- no, tu no quieres abortar Chuuya lo haces porque crees que no tienes opción, siempre hay opción - intento abrazarlo pero el pelirrojo lo alejo notando el dolor en su expresión logrando caer en cuenta que con sus palabras solamente conseguía lastimarlo mucho más.
- no Dazai no lo hay, no puedo tener hijos, no debo... - desvío la mirada unos segundos antes de continuar - soy un maldito asesino, soy un criminal, la gente como yo no puede darse el lujo de soñar con un final feliz, con formar una familia, vivir tranquilamente hasta mi vejez, la gente como nosotros muere en completa soledad y lo sabes Dazai -
- no tiene que ser así Chuuya - volvió a tomar sus manos entrelanzando sus dedos - Odasaku me enseño eso, siempre hay opción, podemos elegir lo que queremos, Chuuya te amo y quiero que tengamos este bebé juntos... - con delicadeza acarició su mejilla para remover con su pulgar las lágrimas que no se detenían - pero si no estás listo y realmente quieres abortar yo te apoyaré, es tu cuerpo, tu decides y quizás más adelante cuando ambos estemos seguros tener esa familia con la que tanto has soñado -
- ¿realmente te quedaras conmigo? -
- si, no volveré a perderte - lo atrajo a su cuerpo rodeandolo con sus brazos en un cálido abrazo - quiero pasar el resto de mis días a tu lado, no volveré a dejarte solo Chu-
El de menor altura ya no respondió solamente se oculto en su pecho sollozando en silencio, aferrándose a su gabardina con miedo de que al separarse volviera a quedarse solo, no podía perderlo, no lo soportaría, no otra vez.
Permanecieron largos minutos de esa manera hasta que el mafioso consiguió calmarse, era cuestión de tiempo que el resto de los detectives comenzarán a preguntarse sobre lo que estaban haciendo y no quería que lo abrumaran con sus preguntas.
- debo volver al trabajo Chu pero saliendo iré a tu apartamento y ahí podremos hablar con más calma ¿te parece bien? -
- si... esta bien - más tranquilo y sin soltar su mano volvieron a la puerta de la enfermería abriendo esta para salir sin embargo bloqueando su salida de encontraban un par de personas conocidas
- no estamos escuchando - dijo en voz alta por la sorpresa aquel joven de cabellos rojizos mientras ocultaba detrás suyo a su hermana
- no puedo creerlo - cubrió su rostro con ambas manos totalmente avergonzado, todos escucharon su conversación y como lloraba al igual que un infante
- felicidades Dazai - la mujer que desde un inicio se había acercado a ayudar le dio un leve golpe en el hombro al mencionado - si necesitan que le de seguimiento al embarazo de Chuuya puedo hacerlo sin costo adicional -
- gracias Yosano san - le respondió el ex mafioso - pero por ahora Chuuya debe descansar, lo llevaré a su apartamento -
- no demores Dazai aún tienes papeleo que terminar - grito desde el escritorio el rubio de los ideales mientras escribía en su computadora
- claro Kunikida kun -
Antes de que alguien más les dijera algo salió a toda prisa de la oficina llevando al pelirrojo de la mano y aunque prometio que regresaría pronto prefirió quedarse junto a su pareja para cuidarlo el resto de la tarde.
☆
Los días transcurrieron con velocidad, el detective se mudó al amplio apartamento que poseía el mafioso con el fin de asegurarse que se alimentará correctamente y descansará lo suficiente, recién iniciaba el embarazo y si no se cuidaba apartir de ese momento podrían haber complicaciones a futuro.
Tras llegar a la octava semana sus citas médicas se volvieron menos recurrentes, esa tarde tras salir del Hospital que la Port Mafia y más específico Mori manejaba decidieron almorzar algo en una cafetería cercana.
Como cada mañana el pelirrojo pidió una taza de café por mientras se decidía que más comer, no podía vivir sin su café sobre todo ahora que comenzaba a costarle trabajo dormir por la ansiedad que le producía el embarazo.
- también pide algo de comida Chuuya, una ensalada por lo menos como siempre - el castaño aún indeciso observaba cada platillo y la cantidad de calorías que poseía, necesitaba hacer que su pareja subiera de peso por órdenes del médico.
- si ya lo se Dazai - sonrió a la joven mesera antes de tomar su tasa y acercarla a su rostro para sentir el amargo aroma de la bebida caliente hasta que sucedió lo que menos esperaba.
La dejo a un lado y levantándose de la mesa se dirigió a toda prisa al baño alertando al castaño a su lado
- ¡Chuuya! -
Las miradas del resto de los clientes estaban puestas sobre ellos quienes comenzaban a murmurar debió a tal escena.
Mientras tanto en el pequeño baño del local el mafioso inclinado sobre el lavamanos intentaba devolver lo poco que tenía dentro de su estómago, no iba a negar el asco que le dio su café.
- huele horrible - se quejó sintiendo las arqueadas nuevamente -¿no pudo ser otra cosa? ¿porque el café? - se quejó posando su diestra en su aún vientre plano
-es normal Chu, es parte del embarazo - se acerco acariciando su espalda con delicadeza
-llevo toda la semana así, las náuseas no me dejan disfrutar de mi comida - se quejó enjuagando su boca pese a no haber vomitado - no quiero el café -
- yo me lo tomare, pide otra cosa - le entregó un par de toallas de papel para que se secará y poder volver a la mesa - un jugó de fruta natural -
- si, eso me gustaría - tomó asiento para ordenar solo esperaba que el resto de cosas que pidiera no le revolviera también el estómago.
Nakahara pensaría que esa es la peor parte de un embarazo sin embargo eso apenas era el inicio pues aún faltaban siete largos meses antes de tener a su hijo o hija.
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Agosto de m-preg 2022 ☆ Soukoku
FanfictionSer padres, una nueva etapa en sus vidas esta próxima a dar inicio, sin embargo ¿realmente el doble negro estará listo para recibir a este pequeño ser? ◆ 31 días, 31 palabras Este es mi aporte para el Agosto de M-preg. Siendo sincera no estaba se...