Zhan buscó por toda la casa... Como solía hacer después de llegar de la universidad. Siempre estaba ansioso por regresar.— ¿Papá? ¿Dónde está?
— Creo que lo vi en el jardin.
El pelinegro soltó el maletín y fue a encontrarse. Su ropa le quedaba un poco holgada pero aún así resaltaba la silueta delgada... Al verlo, no pudo evitar dibujar una sonrisa y le rodeó por la espalda. — ¿Que está haciendo mi omeguita?
Yibo se removió. — Te dije que no me llamo omega, me llamo Yibo... — Zhan ya sabía que su gato o más bien su omega era un poco arisco. Así que dejo de molestarlo tratando de ver que era lo que tenía en sus manos.
— ¿Qué es...?
El omega le enseñó las manos orgulloso las cuatro lagartijas que había atrapado.
— Para ti.
Zhan trató de no demostrar su asco.
— ¿Gracias?
Con una sonrisa el omega junto sus labios con los de Zhan y éste correspondió instintivamente antes de preguntar. — Dime que no comiste una antes de...
— No... Yo no. Estás son para ti... Tu te las comes. No yo... Deberías aprender esclavo. Soy el mejor cazador. — En seguida junto su nariz al cuello del alfa y aspiró el aroma que bajaba un poco su guardia...
Zhan se acarició la espalda del omega mientras estaba un poco incómodo. — Creo que debemos aprender otros pasatiempos. Cazar lagartijas... No es...
El omega le miró de forma afilada.
— Damelas. Si no las quieres las comeré yo... Además los cachorros... ¿Qué van a comer?
— Lagartijas no.
Enfureció. — Esclavo inútil. No me toques!
— Yibo... Yibo... — Zhan lo llevo a la cocina donde había un poco de sushi.
Casi todos los días le traía algo. — ¿No es mejor?
El omega con sus mejillas hinchadas por la comida asintió.
— Lo estas consintiendo demasiado y aun no te veo haciendo tu propio dinero.
— ¿Dinero? ¿Tienes dinero? — Preguntó apenas la comida atravesó su garganta.
— Estoy trabajando en ello.
— Trabaja fuerte! Quiero esto todos los días. — El castaño tomó el plato de Zhan y empezó a comer.
—Hey! ¿Y yo? ¿No le das un poco a tu alfa?
— No, el Esclavo puede tener las lagartijas.
— Yibo... Yibo... — Zhan levantó su mentón aún con su boca llena. — ¿Cómo se supone que voy a trabajar sin fuerzas? ¿Cómo voy a hacer cachorros sino como?
Yibo se quedo pensando por un momento. — Seguro encontraré otro esclavo con dinero. Y que sea eso que dices... ¿Alfa?
La mirada de Xiao Zhan se oscureció.
— No puedes buscar otro...
Al comienzo Yibo iba a gruñir por acercarse tanto a la comida pero enseguida se sonrojó y asintió cediendole algo del plato para terminar pasándose comida el uno al otro.
— Voy a vomitar! — Guxiang se quejó.
— Modales! — Le reclamó su madre y en seguida en el omega se removió algo.
— Mi mamá... — Se mordió los labios. — Alfa quiero ver a mi mamá. Debe estar triste...