XVIII

821 139 19
                                    

— Hola!

— ¿Shuang? ¿Qué haces aquí?

— Pues vine ayudarte con tu celo. Aunque estemos peleados. No te dejaría lidiar solo con eso.

Shuang sabía que Zhan debía estar cerca sino era que lo estaba ya. Su alfa comenzó a inquietarse cuando la chica esparció su feromona.

Xiao Zhan se cubrió la nariz. — Vete!

Shuang se deshizo del vestido. Sus pupilas pronto se dilataron  y se dejó caer en el sofá.

— Vete!

En ese momento Zhan preferiría cortarse su glandula antes que ceder. Su alfa ansioso por desahogarse no le estaba ayudando...

— Vete!

— Alfa! Mnggg... — La chica empezó a gemir.

Zhan se había encerrado buscando algo para cubrir su nariz y algún supresor.

Cuando llegaron los Xiao, el padre se tenso por el fuerte aroma. Su mujer mientras tanto le ayudo a el. Guxian escuchó como Zhan desesperado quebraba cosas buscando lo que necesitaba.

— Xiao Zhan! Soy yo. 

— Vete.

Guxiang insistió.

— Xiao Zhan, abre la puerta!

— No!

— Miau

El omega un poco adormecido se despertó por el molesto aroma a otra omega. De no ser por Guxiang se hubiera lanzado contra Shuang...

La única beta tuvo que hacerse cargo.  Shuang terminó dormida en el primer piso mientras sus padres llegaron.

Zhan sostenía su gato, también adormilado debido a la llegada de su celo.

— Mi omeguita. — Parpadeando despacio preguntó. — ¿Qué le pasó?

— Nos equivocamos. — Su madre se mordió el labio inferior.
— Zhan... ¿Sabes que tu gato es tu omega?

— ¿Ah?

— Zhan!...

Su padre golpeó su mejilla... Era la primera vez, que veía a su alfa controlado. — Mi omega...

Tomó el gato y le acarició.

— Temíamos que quedara embarazado tan pronto, así que le dimos algunas píldoras.

— ¿Qué?! ¿Por qué? ¿Y mis cachorros?...

— Zhan debemos ver un especialista primero.

— Mis cachorros! — Gruñó.

Su padre negó. — Déjenlo descansar.

A Yibo después de darle las píldoras, se le había visto muy mal.

Debido al celo de Zhan, fueron los demás que lo llevaron al veterinario.

El profesional estaba enojado.

— ¿Quién en sus cinco sentidos le da una píldora del día después a un simple gatito?

El arqueó su ceja y revisó otras partes del cuerpo del gatito. Todo parecía en su lugar.

— Fui yo... Es que se me cayo y el gato la trago. — Guxiang asumió la responsabilidad.

— En todo caso tuve que hacerlo vomitar.

Los Xiao estaban un poco asustados, pero al menos tenían esperanza.

—  Tienen que cuidarlo mucho para que  se recupere.

— Si! Si señor!

— Corrieron suerte de no dañar sus órganos reproductores.

La señora Xiao se sintió aliviada.

My Dear Kitty《ZhanYi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora