I. 🐱

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— Mnnngg...  No me distraigas. Estoy manejando.

Shuang, su novia le había dado un beso profundo. Ella hacía todo lo posible por enloquecer a Xiao Zhan con sus feromonas... El pelinegro realmente la deseaba, pero le había hecho prometer a su padre que esperaría hasta los veinte. Técnicamente los dos parecían adorarse.

— ¿No dijiste que te gustaba lo extremo?

— Jaja... — Acarició la mejilla de la chica. — Si pero... Si te pones así... — Miró su entrepierna. — Capaz y nos estrellamos.

— Mnnggg... A mi me gusta la velocidad. — La chica se las arregló para sentarse sobre el hombre y en seguida presionó el acelerador.

— Shuang... Para...

— No seas asustadizo.

— No puedo ver la carretera.

— Yo si. — Se empezó a mover sobre el de manera sugerente. Ella dentro de la casa de sus padres se veía una persona fiable... Era querida por los Xiao, excepto por Gu Xiang, la hermana menor de Zhan.

Zhan no supo que era... Pero mientras trataba de no dejarse llevar se dio cuenta que había algo en la carretera...

— Shuang! — Gritó.

Ella lo miraba de reojo y había perdido de vista el camino. Ambos frenaron en seco...

Zhan se bajó del auto inmediatamente. Más le valía que lo que fuera estuviera bien, aunque si algo había resultado herido era su propia culpa por estar en medio de la vía.

— Ufff — Respiró aliviado al ver el gato aún en la mitad  de la carretera sin tan siquiera digirigirle la mirada a los humanos. El lamía sus patas como si nada hubiera pasado. — Es solo un estúpido gato.

La chica lo quiso tomar pero se ganó un aruñetazo. Zhan rodó  los ojos... A el ni siquiera le gustaban los animales.

— Llevemoslo a casa.

— ¿Estás hablando en serio? Esos animales son agresivos.

— Zhan...

El negó. — Llevalo a la tuya.

— Pero me ayudas a cuidarlo. — Terminó de decir cuando detrás de la bola de pelos, salió una cosa diminuta mirando todo desde lo más arriba que podía.

— Ay mira esa cosita tan preciosa.

Zhan no pudo negarlo. — Mn.

En cuanto lo hizo el pequeño dio la espalda para saltar sobre el más grande que se estaba yendo.

— Vamonos Shuang. Vamos a llegar tarde... ¿Qué le vamos a decir al profesor? ¿Qué llegamos tarde por no matar un gato tonto?

— No... Xiao Zhan. Mira, su patita. Está sangrando.

— ¿Y?

Los humanos se fueron con las manos vacías.

***

— ¿Qué te pasó Kuan-Ge?

— No es nada. No hagas caso. Mueve tu trasero a la cera. — A pesar de ser más pequeño, el caminar de Yibo era mucho más elegante y estilizado. Ambos pertecían a Henry... Pero solo iban cuando les daba hambre o sueño. Les gustaba salir a amedrentar a los gatos del vecindario, al menos a Haikuan... Yibo sacaba sus diminutas garras aún solo para subirse a los árboles más altos.

— ¿Que ves? — Con su pata herida, Haikuan no tenía ánimos de subir a ninguna parte.

— Un montón de posibles humanos esclavos.

— A propósito de esclavos, vamos donde la abuela de la esquina. Siempre nos ofrece pescado y nos besa las patas. Tal vez me ayude con esta.

Yibo siguió a Haikuan... Estaba aún muy pequeño. — ¿Por qué estás siendo sigiloso? — Por un momento Haikuan pensó que se le iba a lanzar encima y en serio tuvo intenciones de hacerlo, pero se detuvo al ver su cara de dolor.


My Dear Kitty《ZhanYi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora