Perdón por tardar tanto en publicar, tuve lío con las vacaciones.
Está sin corregir.
Intentaré publicar más.
A leer :D
Mini maratón: 1/2.
Cuando me desperté, descubrí que estaba tumbada sobre una cama sorprendentemente blandita. Agh, un punzante dolor me martilleaba la cabeza como si estuvieran usando un taladro para abrírmela.
Abrí un ojo y me encontré con la almohada. Levanté un poco la cabeza y vi una pared azul oscuro cubierta de pósters de Star Wars, Marvel, DC... Suspiré; tendría que hablar con Diya sobre sus gustos cinéfilos, porque desde lue...
Espera un momento. ¿Por qué había un piano? ¿Y una guitarra?
Me incorporé, frunciendo el ceño: no recordaba que Diya tocase ningún instrumento. Todo se volvió aún más raro (si era posible) cuando entró Jake solo con unos vaqueros negros, secándose el pelo con una toalla.
Pasó delante de mí para ir a su armario, sin darse cuenta de que yo estaba despierta, tarareando una canción de Imagine Dragons.
—Buenos días a ti también —mascullé, de mal humor.
—Gracias —contestó, tranquilo, buscando en su armario.
—¿Dónde estoy?
—En mi habitación.
Vale, eso parecía más razonable. Y lógico. Aunque seguía siendo raro.
—¿Por qué? ¿Qué pasó anoche?
Jake se volvió con una camiseta en la mano y una expresión sorprendida. No pude evitar admirar su bronceado torso.
—¿No te acuerdas de anoche? —preguntó, incrédulo—. ¿De nada?
Me obligué a levantar la mirada de su pecho y clavarla en sus oscuros y etéreos ojos azul oscuro.
—¿De nada? —insistió.
—A ver... Sé que fuimos a la disco de Marco y... nos mandó a la mierda. Y después me enfadé contigo, bebí con Cris y Daria y... ya está.
—¿No te acuerdas de nada más?
Negué con la cabeza.
—¿No recuerdas de que te drogaste?
—¡¿ME DROGUÉ?! —chillé, escandalizada, haciendo que Jake diese un respingo y los cristales temblaran.
—¡Ay, sí! —El perfecto rostro de Jake se crispó en una mueca.
Traté de calmarme.
—¿Y qué pasó? ¿Qué hice?
—Oh, pues... te dio el subidón y te pusiste muuuuuuuuuy fumada, corriste hacia a mí y empezaste a decirme que tengo unos ojos muy bonitos, que te gusto y que soy muy guapo.
—¡¿QUÉ?!
—Joder, ¿puedes dejar de chillar todo el rato, Zanahoria?
Ignoré lo último, alarmada por lo que, según Jake, había hecho fumada.
—¿De verdad dije eso?
—Lo de los ojos sí, lo demás no. Solo quería ver tu cara. Por cierto, es todo un poema.
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Sangre por espinas 【Parte I THFYS】
FantasíaHasley vive con su madre tranquila, hasta que una noche provoca un incendio. Pero ¿cómo diablos ha provocado un incendio al pensar con rabia? Hasley descubre la verdad: proviene de una estirpe feérica y en su sangre habita la magia. El mundo está pl...