Ghost of you /Daryl Dixon/ TERMINADA

9. Forgive Myself - Sam Smith

Me hicieron shadowban en tiktok y no les voy a mentir, estoy sufriendo :( ya no tengo ganas de vivir. Como Annia en este capitulo. 

Primer mes.

Al principio, la lógica de Annia había sido simple. "No es lo mismo ser pobre y estar embarazada en Estados Unidos, que ser pobre y estar embarazada en Noruega" Resulta que no importa que tan lindo y de primer mundo sea el país en el que estás. Ser pobre y estar embarazada es una mierda en cualquier lado del mundo.

La rubia consiguió trabajo en un bar. Cubriendo los turnos que nadie más quería cubrir. No tardó en darse cuenta, el porqué de que nadie quisiese trabajar durante esos turnos. Esos horarios estaban repletos de hombres. Al principio, cuando uno de esos hombres colocó dinero en su escote, Annia no dijo nada, pero luego de los manoseos y las insinuaciones, la chica no podía más con la situación.

—Anika... —Dijo su jefe.

—Annia —Corrigió ella.

—Lo que sea, Annia. ¿Ha caso has notado que no hay meseros, varones, en este lugar? Es más ¿Has notado que no tenemos meseras viejas, o demasiado feas? ¿Y que nuestra clientela son en la mayoría hombres? ¿Por qué crees que es eso? ¿Eh?

—No puedes usarme como carnada para atraer gente a este bar.

—Si, de hecho si puedo. Porque yo te pago, yo mantengo tu contrato de trabajo, ese contrato de trabajo, te proporciona la visa que permite que te quedes aquí. ¿No te gusta? Vuelve a tu país. Bienvenida al mundo adulto, nena. Y si no planeas hacerle ojitos a los clientes y permitir que toquen lo que quieran tocar, entonces sal de mi vista. Te diré algo, me quedaré con tu propina de hoy, tómate el resto del día y vuelve mañana... o no.

Esa noche, Annia llamó al celular de Daryl. No planeaba decir nada, solo quería escuchar su voz. Sin embargo nadie atendió la llamada. No volvió a llamar nunca más. 

Aún así no podía olvidarlo, todas las mañanas, lo primero en lo que pensaba era en el, en todo lo que podrían haber sido, en todo lo que podrían haber hecho. Lloraba, lloraba muchísimo. En el fondo, tal vez lo que más le costaba a Annia era perdonarse a si misma. O entender que no había nada que perdonar, se había enamorado y le habían roto el corazón. Eso era todo. 

Segundo mes.

Annia volvió a ir al bar al día siguiente luego de esa discusión con Filip  (su jefe) y volvió a ir al día siguiente después de ese. Y al siguiente después de ese. En un par de meses comenzaría a notársele la panza y probablemente se quedaría sin trabajo, así que no podía perder tiempo, necesitaba juntar dinero y buscar un trabajo más estable. Todas las noches, en su horario de descanso, la chica subía a la azotea del bar y observaba la vista. Era hermosa y solitaria. Annia siempre creyó que Noruega era un lugar con gente agradable y tal vez era verdad, pero ella era extranjera y estaba completamente sola. Había sido una completa idiota eligiendo un lugar cuyo idioma ella desconocía. Pero sus padres nunca la buscarían en Noruega, porque de seguro pensarían que se fue a algún lugar donde mínimo conociese el idioma. De alguna forma, podría decirse que su estupidez la salvó. Las peores noches, cuando Annia estaba cansada, sus pies estaban hinchados y las manos de esos hombres habían pasado por su cuerpo sin disimulo alguno como si ella se tratase de una cosa sin vida, la rubia pensaba en renunciar, y era ahí cuando la aurora boreal iluminaba el cielo frente a sus ojos. Annia sabía, o creía, que en la aurora estaban escondidos los espíritus de Jason y Munique, y las luces en el cielo eran su forma de decirle "¡No te rindas!" Era curioso el hecho de que ella creía que su hermano, el que se suicidó, le daba ánimos desde el más allá para que ella no siguiese sus pasos.