45. Teenage Dirtbag - Wheatus

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El que no me comenta los tik toks es un susurrador. Ahre. 

Raiver escuchó con atención todo lo que Lydia el contaba. Su madre siempre fue buena para hablar, podía hacerlo por horas, pero luego de perder a Rick era como si no tuviese palabras para expresarse, así que durante aquellos días en los que si quería hablar, Daryl le prestaba toda su atención. Daryl era bueno escuchando, Raiver había aprendido de el. 

La chica le contaba una historia sobre su padre y su madre cuando esto comenzó. Su padre sonaba cómo un hombre inquieto, molesto todo el tiempo y abusivo. Sin embargo su historia no cerraba... algo había que a Raiver le parecía extraño. Su madre no hablaba mucho sobre sus abuelos, pero a el le había contado algunas cosas. Principalmente, como era todo antes de que Jason, el hermano mayor de Annia, se quitase la vida. Annia le había contado a Raiver, la forma en la que su madre parecía controlar todo con la mirada, jugar psicológicamente con sus hijos hasta el punto en el que desobedecerla desencadenaba un miedo inimaginable. No le cantaba canciones, como el padre de Lydia hacía.

—No sé por qué te cuento todo esto —Murmuró la chica. 

—Mi mamá siempre dice que hablar con un extraño es más fácil de lo que uno cree. Ese extraño puede juzgarte, pero al final del día... sigue siendo un extraño. Además, nos hacemos compañía, así no te sientes sola. 

—Nunca he estado sola. Mi gente viajaba en grupo con los muertos. Están los sonidos, el olor. 

—No te mentiré. El olor sería probablemente lo único que no aguantaría, soy muy quisquilloso con eso. Mamá también. Cuando algo apesta en la casa, damos vuelta todo buscando la fuente del olor y limpiamos. A papá no le importa, el y mi hermana siempre se quedan jugando en el patio cuando mamá y yo hacemos ese tipo de cosas. 

—Tu papá es un idiota, cómo el mío —Comentó Lydia—. Todo lo que hizo fue escapar. ¿Es dificil? ¿Hay muchos guardias aquí? 

—Mi papá si es un idiota, pero no cómo el tuyo —Contestó Raiver—. Mi papá se cortaría las manos antes de ponernos un dedo encima a mi hermana o a mi. Pero el ni siquiera quiere estar aquí. Solo lo hace porque se preocupa por mi. Nosotros no vivimos aquí. 

—¿Tu mamá no está aquí? —Preguntó Lydia. 

—No, ella está con mi hermana. Es fuerte ¿Sabes? Tiene una clase de fuerza que yo siempre quise tener. Es extraña, pero no le importa. Parece que no notase que el resto la ve cómo una amenaza. No conviene meterse con ella. 

—Mi mamá me mantuvo viva. Ella me protegió. Se parece mucho a tu mamá. Tampoco conviene meterse con ella. 

—No quiero convertir esto en una pelea, pero mi mamá barrería el piso con la tuya —Comentó Raiver—. Principalmente luego de lo que pasó. 

—¿Que pasó? —Preguntó Lydia, pero Raiver no contestó. La chica se vió con la necesidad de llenar el vacío. 

Estuvieron hablando casi toda la noche hasta quedarse dormidos. Se despertaron cuando le llevaron el desayuno. 

—¿Quieres mi otro huevo? —Le preguntó Raiver y evitó reir por el doble significado—. Puedo hacerlo rodar hacia ti. 

—No tienes que cuidarme. Quédatelo. El hambre es un regalo. 

—El hambre no es un regalo —Negó Raiver—. Yo lo sé —Su mirada se había ensombrecido—. Antes de este mundo, mi mamá y yo estabamos en problemas. Unas personas nos seguían para matarnos y debíamos huir. El primer tiempo, mamá no comía para que yo pudiese comer. Y ni siquiera era demasiado lo que teníamos para comer, siempre me quedaba con hambre. El hambre no dejaba dormir a mamá, tomaba demasiada agua intentando engañar al estómago. Intentaba que yo no lo notase. Algunas noches me desperté para escucharla llorar en el baño. Le pregunté por qué no comía ella y me respondió que el trabajo de una madre era evitar que sus hijos pasasen hambre. Mi mamá haciéndome un pastel de dos ingredientes, desabrido y sin chocolate cuando no teníamos ni para comer... así es como se siente el amor. 

Ghost of you /Daryl Dixon/ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora