Ghost of you /Daryl Dixon/ TERMINADA

34. You're Somebody Else - Flora Cash

Raiver estaba... enojado con Annia porque se acababa de enterar que el lider de los Salvadores es Negan. Hasta donde Rick le dijo a Annia, aún no sabe sobre Kaidan.  Annia sentía la mirada de reproche del niño al otro lado de la habitación, sobre ella. 

—¡No! De ninguna maldita manera —Decía Gregory—. Ese no era el trato. Ustedes juraron que eliminarían a los Salvadores, pero no cumplieron. Así que cualquier arreglo que tuviéramos queda nulo. Sin ningún efecto. No somos socios, no somos amigos y nunca nos conocimos. No nos conocemos —Finalizó, para luego sentarse en su silla. Gregory era, según Annia, un oportunista. La rubia estaba segura de que no había forma de que ese patético hombre hubiese ganado algún tipo de elección para convertirse en lider de Hilltop. Era... indulgente—. No les debo nada. Ustedes sí, conmigo, por recibir a los refugiados, pese al gran riesgo personal.

—Oh, fuiste muy valiente al quedarte adentro mientras Maggie y Sasha salvaban este lugar —Le dijo Jesús, de forma irónica. Obviamente que era de forma irónica, Gregory no movería ni un dedo para salvar a alguien que no fuese el mismo—. Tu coraje fue inspirador. 

—Ey ¿Tú no trabajas conmigo? ¿No somos amigos? —Le reclamó el lider de Hilltop. 

—Gregory —Lo llamó Rick—, ya empezamos esto. 

—Fueron ustedes. 

—Fuimos nosotros. Y vamos a ganar —Insistió Rick. 

—Ellos son asesinos —Le recordó Gregory, como si ese fuera un hecho que el grupo no tenía en cuenta. 

—¿Deseas vivir de este modo? ¿Sometido, viendo cómo matan a tu gente? —Le preguntó Rick. 

—A veces uno no puede elegir cómo desea vivir. A veces, Ricky, uno debe conformarse con lo que tiene.

—¿De cuántas personas podemos prescindir? —Preguntó Maggie, Annia no pudo evitar notar que Maggie había utilizado la palabra "podemos". Era evidente que la mujer había comenzado a considerar a Hilltop su hogar—. ¿Cuántas personas de aquí saben luchar?

—¿"Podemos"? —Le preguntó Gregory—. No tengo idea de cuántos somos, Margaret. Y ¿Tiene alguna importancia? ¿Qué van a hacer? ¿Formar un pelotón de cultivadores de sorgo? Por qué eso es lo que tenemos. Gente que cultiva cosas. No querrán luchar. 

—Se equivoca —Habló Tara—. Si la gente puede actuar bien, suele hacerlo. La gente... 

—Permíteme que te interrumpa antes de que empieces a cantar —La interrumpió Gregory— . Y, a propósito, ¿Quién entrenaría a toda esta carne de cañón? —Rosita y Sasha no tardaron en contestar, ambas ofreciéndose para el mismo trabajo—. Era una pregunta retórica. No quiero saber. No quiero volver a escuchar una palabra sobre esto, nunca. 

Annia salió del lugar dando un portazo, caminó en dirección a la enfermería de Hilltop, donde el Doc. Carson ya la esperaba, a decir verdad la esperaba desde que había llegado a Hilltop el día anterior, pero la rubia era muy testaruda. 

—Finalmente. Comenzaba a preguntarme si iba a tener que ir a buscarte yo mismo —Dijo el. 

—Sigo sangrando —Contestó la rubia, mientras se sentaba en la camilla—. Ha pasado una semana y aún sigo sangrando.  

Annia fue una paciente bastante... bueno, paciente. Respondió las preguntas que el doctor le hacía, escuchó con atención su devolución. Debía tener cuidado y esperar una semana más. Eso es lo que le dijeron. 

—Es el tercer aborto que tengo, doc. Nunca tendré otro bebé ¿Verdad? —Murmuró la rubia—. Quería que Raiver tuviese un hermano o hermana. Recordaba lo divertido que había sido para mi jugar con mi hermano mayor, Jason, solo nos llevábamos un año de diferencia. Así que luego de tenerlo a el, volví a intentarlo dos veces... y las dos veces lo perdí. Y ahora volví a perder otro. Tal vez sea lo mejor, soy una mierda como madre de todas formas.