Capítulo #6. Parte 2.

26 7 15
                                    

No pude evitar golpear a Max. Ver cómo abrazaba a Saríf, ver cómo seguía intentando besarla aún ella negándose y él insistía.

Estoy en la dirección, el director en frente de mí y detrás de su escritorio, el profesor David de pie a su lado, y justo a mi lado izquierdo sentado junto a mí Max. Ya el sangrado de su nariz había acabado y a decir verdad, quiero que comience de nuevo.

-No puede ser que empezando la primera semana del año escolar haya una pelea en mi institución. Llamaré a sus padres estudiante Robersi y usted jóven Duque, no sé qué hace aquí. Usted debería estar en su hogar junto a su padre -el director un señor de unos cuarentena y tantos, no tan mayor para el puesto que ocupa. Apenas en el cabello se asoman unas cuantas canas, que a simple vista no se pueden ver. Cuando mira a Max, su semblante pasa de ser rígido a un rostro lleno de pena-. Joven Max, lamento su perdida. Su madre era una de las mujeres más bondadosas y ejemplar que yo he conocido en mi vida.

El semblante de Max se vuelve triste y cualquiera diría que inconsolable. Sus manos dan a contemplar un leve temblor y poco a poco se van convirtiendo en puños, en su regazo. Está conteniéndose claramente. Su lenguaje corporal gritaba su dolor por la pérdida y no, no sentí lastima por él. La muerte de una madre es un duelo interno e individual nada comprado con ello. Quién diría que fuera yo la persona en este momento que lo entienda mejor que nadie. Es gracioso, en este mundo suele suceder a menudo. Los que menos crees, son los que más llegan a entenderte.

-Gracias... Lo se, pero usted Sr director me entenderá que en este momento no podría estar en mi casa -Max, le regala al director una sonrisa forzada para luego bajar su mirada.

Aunque la muerte de mis padre y hermana, tuvo lugar en otro mundo y en otro tiempo ya muy lejano a este. Sigue doliendo como nunca, como si hubiera sido ayer, como si ese momento no quisiera ser parte ya de un tiempo pasado y quisiera vivir eternamente sucediendo en mi cabeza, atormentando y acabando con mi alma.

-Sr director, yo soy independiente mis padres adoptivos me emanciparon hace dos años -sentí como la mirada de Max se posó en mí y su sorpresa en ella.

-¿Quien empezó la pelea?

-Yo. Fui dónde él estaba y lo golpee, cuando vi que está besando a mi novia -una inmensa confusión invade el rostro de Max.

-Yo no sabía que era tu novia -explico sorprendido-, yo pensé que ella me rechazaba por algo que pasó hace un tiempo. No porque fuera tu novia o que ella no quisiera.

-Sí, pero aún así ella te rechazaba y tú seguías intentando -mi tono de voz se elevó y la rabia intenta dominar mi situación.

-Tú no lo comprenderías.

-Oh, Max, claro que sí lo entiendo -vi como él capto en mi mirada que yo lo sé todo. Todo lo que había pasado entre él y Saríf-. Él que no párese entenderlo eres tú.

-¿Te habló de mí? -Yo asentí.

Y entonces lo vi. Las personas de este mundo cuando están heridas o están pasando por un dolor muy fuerte solo ven eso y sin querer lastiman a las personas a su alrededor. Pero es inconsciente, tan inconscientemente que antes de que Max abriera los labios para intentar lastimarme yo, ya lo había disculpado y lo había entendido.

-¿Y que te dijo? ¿Cuando le di su primer beso? ¿O lo dispuesta que estaba a entregarse a mí?

-No, me contó cuando no eras lo suficientemente maduro para cuidar de tí mismo, lo cual daba a entender que no la cuidarias a ella -no, no lo estoy haciendo para lastimar a Max. Si no para que no pierda la cordura cuando salga de aquí y vea su soledad. Que la superé más rápido, porque si no fuera demasiado tarde, seria Saríf la que en este instante estuviera aquí para él y eso es lo que su mente espera, la espera a ella. Y es triste, pero eso no sucederá-. Y es tan loco que busques a Saríf, aún tú mismo estado consciente del inmenso daño que le proporcionaste y estando conciente de que es demasiado tarde.

El conocimiento de lo desconocido. (Proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora