-¿Cómo pasó?Estaba recostada en mi cama y yo en mi silla giratoria.
-Por ello fue que terminé con ella.
"Astronaut in the ocean", vuelve a sonar dando a conocer una nueva llamada. Tomo mi teléfono y veo que es ella otra vez. Estoy que lo parto, pero tiene un significado muy especial para mí.
-¿Puedo ir a insultar a la...?
-No.
-Es una zorra.
Levanto mi mirada y veo a mi hermana.
-¿Tú lo hubieras hecho?
-Oye, sé que soy muy puta a veces -se queda pensativa por un rato-. Pero un bebé es un bebé. Es un ser y me vale una mierda la gente que dice que no.
-¿No lo harías?
-¿Por qué no te cuidaste? -inquiere al borde.
-Ella es la que toma las pastillas -Cierro los ojos con fuerza-. Todavía se lo vivía preguntando y ese día no fue la excepción.
-¿Cómo lo supiste?
-Ella estaba rara, tenía días rara -empecé a mecerse repetitiva mente hacia adelante con agonía-. Le pregunté, lo hice Silvia. Se lo pregunté muchas veces y lo negaba. Le pregunté si tenía retrasos y me decía que no. Ella estaba rara.
Las lágrimas empiezan a brotar de nuevo y mis manos tiemblan. Esto no está bien. Silvia se levanta de la cama y viene en mi dirección para abarcar con sus brazos mi cuerpo.
-No tienes la culpa, tú no.
-Tal vez... si... si yo hubiera insistido más -la desesperación me buscaba y me encuentra-. Tal vez... si yo le hubiera demostrado más mi amor.
-David, no continúes. No tienes la culpa.
-Tal vez ya tuviera ese niño en mis brazos.
-Ya, David.
-Tú, te estuvieras quejando de que llora mucho u otra cosa, pero estuviera vivo.
-Mierda, David.
-Le pedí matrimonio sin saber lo que había hecho y acepto como si nada -Silvia se aparta-, como si nada y me dijo que me amaba y que era lo mejor que le había pasado.
Empiezo a caminar de un lado a otro, sobándome el cabello y mirando un poco a la nada.
-¿Sabes cómo me enteré? -mi hermana niega-. Estaba platicando con su padre y me dijo que ya lo volveríamos a intentar.
-¿Qué?
-Sí, yo no entendía y de un momento a otro estaba diciéndome que éramos muy jóvenes, y yo ¿Pero qué es esto? -mi hermana atenta en la silla giratoria y comienzo a morder mi mejilla por dentro-. Y me enteré pues y que habíamos tenido una perdida. Cuando la fui a encarar se puso nerviosa y soltó la sopa sin saber que su padre me había dicho una "perdida" y no un maldito "aborto".
Me dejo caer en la cama con los brazos extendidos en forma de cruz. El maldito teléfono empezó a sonar de nuevo y sonrío.
-Y la muy demente sigue llamando como si no hubiera sido nada, cuando para mí ella lo había sido todo.
Silvia es mi hermana, pero a nadie que nos conoce le puede pasar por la mente siquiera la duda de que todo el respeto y el amor que yo le tengo no se lo ha ganado. Ella es una mujer increíble y me llena de orgullo que yo pueda ser parte de ese círculo dónde otras personas no pueden siquiera aspirara a ser parte. Ni siquiera nuestra madre.
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El conocimiento de lo desconocido. (Proceso).
FantasiDos mundos. Uno lleno de maldad y el otro convertido a ella, una chica con sueños atormentadores, un chico que la extraña y lleva un monstruo dentro. Una vida de sacrificios por una normal. Culpas, miedos, monstruo, poco amor y una sola oportunidad...