Capítulo #11. "Reclamación de almas".

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Neftalí y yo nos acabábamos de bañar, le estaba secando el cabello con la secadora de mamá mientras ella se pinta las uñas.

-Chrislaen ha tenido una buena idea -comentó mirando sus uñas con suficiencia.

-Sí, muy buena a decir verdad.

-Saríf -ella me mira a través del espejo que tenemos enfrente-. Te sacaste la lotería con Chrislaen, yo sabía que en algún momento llegaría una persona así en tu vida, para hacerte feliz.

-Neftalí -sonreí-. Mi hermano también es un paquete.

-Lo sé, ¿por qué crees que me ha tenido loca por tanto tiempo? -Habla como si fuera lógico.

-¿Por qué está bello, hermoso? -Ella niega y yo río.

-Porque desde aquella vez que me invitaste de tu bicicleta y no podías con mi peso, él estuvo ahí cuidando de nosotras. Siempre ha estado aquí pendiente y nunca te ha abandonado.

En sus ojos se ve una especie de brillo, algo que sin duda alguna enamoraría.

-Tienes miedo, ¿verdad? -Interrogo y ella asiente con una mirada triste.

-Me da miedo que él algún día también se vaya.

-No lo haré.

Ambas volteamos al mismo tiempo y vimos de quién procedían esas palabras. Sebastián está en la puerta con las manos en los bolsillos, mirando a los ojos a Neftalí.

Yo sonrío y decido ir a ver si la gallina puso. Paso junto a Sebastián, abro la puerta de mi habitación y salgo por el pasillo. Mamá estaba ahí.

-¿Qué tienes? -Mamá une sus cejas mirándome extrañada.

-Nada -niego y ella suelta una exhalación cansada.

-¿Están en tu habitación?

Ella me pasa, por un lado, y abre la puerta, miro por un lado y Sebastián estaba agachado a la altura de la silla dónde se encontraba Neftalí, está se encontraba en sus brazos y él besándola (lo admito me he sonrojado). Mamá carraspea trayendo de vuelta a la realidad a los tortolitos.

Sebastián se separa de Neftalí y empieza a venir hacia la puerta, cuando pasa a lado de mamá está le pega en la cabeza. Suelto una carcajada y Neftalí me apoya.

-Mamá, mira Saríf se está riendo -me acusa mi hermano.

-¿Piensas que estoy sorda? La escuché, pero me interesa más separarlos a ustedes dos, no quiero tener nietos aún.

-A los que tienes que separar es a Saríf y Chrislaen -comenta molesto Sebastián-, que con lo rápido que van en cualquier momento me hacen tío.

Empiezo a reírme.

-¿De qué te ríes? -Me pregunta para e inmediatamente me pongo sería.

Eso nos llevó a estar de nuevo solas a mi amiga y a mí en la habitación.

Ahora ella modela mostrándome lo que le gustaría ponerse y no soy buena ayudándola a decidir, pues todo le queda bien. Ella con su piel blanca y cabello negro lacio.

-¿Por qué me miras así? -Me pregunta ella.

-¿Tú y mi hermano... Eso?

-¿Eso qué? -Neftalí me mira como si yo hubiera perdido la razón.

-Eso, tú sabes -señalo mi entrepierna, ella levanta las cejas.

-Ah... eso -ella asiente-. No.

-¿No?

El conocimiento de lo desconocido. (Proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora