Capítulo #8. "Un lugar para los dos".

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En lo único que tendré culpa en un futuro será cuando Chrislaen quiera salir corriendo y yo lo tenga que amarrar en mi sótano.

Okay, es juego.

Llevo más de media hora buscando que ponerme, hasta que lo he encontrado por fin. Salgo del baño y me enfrentó a Sebastián, el cual anda acostado en la cama sin siquiera reparar en que estoy en frente de él. Tiene el teléfono en mano y sonríe como un estúpido.

-Yujuuu... -doy unas cuantas vueltas para él.

Me siento satisfecha porque mi vestido amarillo marca mi cintura y tiene encaje negro, ha dejado una hermosa "O" en los labios de mi hermano.

-¡Te pondrás ese porque si no, te castigo! -expresa asintiendo repetitivas veces.

Puedo afirma con una seguridad del cien por ciento que mi hermano en otra vida es una chica, no solo por eso. Y es que me ayudó a alisarme el cabello, la media hora que llevo buscando que ponerme él ha estado: este sí, este no y les juro que yo así sea que él se hubiera opuesto a este vestido lo hubiera mandado a mimir.

-¿No crees que es perfecto? -pregunto.

-¿Te gusta mucho, verdad? -yo asiento-. Hablo de Chrislaen.

¿Será que se lo niego y vemos su reacción? No, en este caso no me atrevo a bromear con alguien que se está volviendo muy importante para mí.

-Me gusta tanto -empiezo y quiero que Sebastián lo entienda-, que siento y no te burles de mí, pero siento que estoy enamorada de Chrislaen.

Sebastián se levanta y se dirige hacia mí, me toma del rostro y lo alza para verlo a los ojos.

-Me causa mucha felicidad que te sientas así -mira hacia la puerta y luego regresa su mirada a la mía-. Espero que para Chrislaen seas lo mismo, que lo que es él para ti.

Entonces de una manera que no me lo esperaba mi hermano se agachó, me puso una mano en la espalda, la otra en la parte detrás de las piernas y me alzó para dar un montón de vueltas.

-¡Nooo, Sebastián! Para por fa-vor para yaaa... -empecé a sentirme mareada entre vuelta y vuelta, pero Sebastián no paraba-. ¡Por favor!

La puerta se abre de golpe y entra Sacha con sus ojitos marrones claros asustados, pero entonces viendo la escena sus ojos se llenan de emoción, tanta que en vez de ayudarme empieza a motivar a más.

-Vamos Sebastián. No la bajes -da pequeños saltitos en el piso como la niña que es.

-¿Quieres que le dé más vueltas, Sacha? -pregunta Sebastián y mi estómago ya no puede más.

-Sí...

Para mi suerte Santiago asoma su cabeza por la puerta y a diferencia de Sacha su rostro se pone da a entender que no le agrada esto y corre hacia nosotros, pero ya que yo estoy dando vueltas no sé que hace por qué no puedo mirar abajo.

-No sigamos que al campeón no le gusta -escucho decir a Sebastián.

Siento como me acuesta en la cama. Ambos respiramos entrecortada mente. Santiago se sube a la cama junto a mí y empieza a sonar mi cabello. Sonrío mi pequeñín no me abandonó.

-Gracias -suelto con mi respiración loca.

-Te vez linda con el cabello así -su voz de niño es adorable al igual que la de Sacha.

-¿Te gusta? -pregunto y él asiente.

-Mucho, pero te vez mejor con tu cabello... tu cabello... -noto que no encuentra las palabras o no las sabe.

El conocimiento de lo desconocido. (Proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora