Capítulo #10, parte 2.

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La primera clase de biología de este año me ha dado como un dardo entre ceja y ceja. Es como cuando se tarda tu menstruación en llegar dos días, te miras al espejo, ves una pequeña desviación en tu vientre y sientes que estás gestando.

-La fecundación de embriones -la voz de la profesora retumbó en el salón, ¿o solo yo lo escuché tan fuerte?-. Chicos, a muchos de ustedes les interesa este tema -asegura la profesora y pensé: apuesto a que sí.

Cuando la profesora lo dijo, escuché como Neftalí ahogaba una carcajada y al voltear para mirar a Chrislaen, me sonrío.

-Entonces ya sabes cómo se pasean esos espermatozoides hasta llegar al óvulo -se burla Neftalí-. Y tú, Chrislean le enseñarás cómo hacer para que esos bichitos lleguen a su conducto y se puedan fecundar.

-Déjame tranquila -me escondo entre mis brazos.

Chrislaen me pone la mano en el hombro y me atrae a él.

-Ya, tranquila, Saríf -me dice y luego le habla a Neftalí-. La estás asustando.

Entramos a la última clase y nos divertimos mucho, el profesor de historia es todo un encanto, pero los compañeros se la pasan burlarse de él, porque titubeaba mucho.

Aprender es lo mejor, el conocimiento de todo lo que creemos conocer porque en realidad todo es desconocido. Los libros son los únicos testigos que no mueren. Son un alma oculta tras las letras, ya que en ellos se encuentra la realidad de una vida.

Ver la sonrisa de los chicos de mi salón me hacía pensar en lo fugaz qué es la vida del ser humano, pero la eternidad también es mucho tiempo. Somos imperfectos, pero estamos tan acostumbrados a este estado que la perfección empieza a resultar traumatizante.

-¿Qué está pensando, mi destino? -Susurro en mi oído Chrislean. Me di la vuelta sonriendo-. Te he dicho que amo esa sonrisa.

-Solo reflexionando sobre lo corta qué es la vida -conteste prefiero decir la verdad, a que contestar con un simple "nada".

-¿Y qué parte de la vida estaba reflexionando? -Pregunta ayudándome a guardar las cosas.

-En el paraíso, lo corta de la vida, de la perfección y de la vida eterna -él me mira asintiendo.

-¿Y a qué conclusión te llevo?

-No quisiera vivir eternamente -íbamos a las escaleras él se detiene seco.

-¿Ni siquiera conmigo? -Sonrío y le doy un beso en la mejilla.

-Imagínate comer, pero no porque tengas hambre, sino, porque sí. Imagínate tener intimidad y no sentir ese dolorcito que te causa satisfacción, ver todo perfecto. La vida es vida no por ser perfecta, es ella por bailar entre lo bueno y malo; por la angustia que causa el sufrir y la carrera por ser feliz, de amar y odiar, de ambos sentimientos juntos. Imagínate que después de vivir esta vida de cómo escribió Salomón "de sentir todo lo que se puede sentir", seas perfecto y no sientas dolor, no sentir nada.

Chrislaen me mira comprendiendo todo, temía que no lo hiciera y agradezco que sí. En los labios de Chrislaen se forma una sonrisa.

-¿Y qué sabemos nosotros... -Se acerca mi con una sonrisa maliciosa y lo miró de arriba abajo-, si te hago sentir un dolor perfecto?

Me quedo paralizada por sus palabras.

>>Uhnnn. Ya veo que sí -comenta para sí mismo, pero lo escuché, ¿lo hace a propósito?

-¿De qué hablas? -Interrogó con curiosidad a millón.

-Sí, es un tic nervioso, te estás mordiendo tus labios.

El conocimiento de lo desconocido. (Proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora