ᴅᴏɴ'ᴛ ʙʟᴀᴍᴇ ᴍᴇ | ᴀʟᴇᴄ ʟɪɢʜᴛᴡᴏᴏᴅ

Capítulo 7 🪶

Alec:

No tenía planeado decirle que la quería, simplemente lo pensé al verla en ese estado, casi muriendo. Porque a pesar de que ella dijera que la herida estaba bien solo quedaban unos minutos para que empeorara.

Mi boca me traicionó al decirlo y me arrepiento, no quiero que el ambiente se vuelva incómodo entre nosotros, no quiero que se aleje porque no puedo mantener mis pensamientos para mi mismo.

Además la historia que me conto sobre su padre, la Clave y el Círculo me conmovió. Creció casi sin nada y ahí esta, regalando sonrisas junto con palabras de apoyo a todo el mundo. No cabe duda que es una gran chica, es increíble ante mis ojos.

Ahora me encuentro mirando el monitor en la sala principal, más específico las cámaras que dan a las afueras del instituto. La castaña y su parabatai se unen a nosotros, es terca ya que debería estar descansando.

—Alec, ¿qué haces? —cuestiona Jace—. Puedes mirar el monitor, pero necesitan sangre de ángel para sortear las salvaguardas. Ningún subterráneo puede entrar aquí.

—No sin la invitación de un Shadowhunter —agrega mi hermana.

—Les recuerdo que Valentine es un Shadowhunter —me cruzo de brazos—. La Copa no está segura aquí. Debemos devolverla a la Clave.

—¿Devolverla a la Clave? —repite Clary—. No,  no después de lo que pasamos para obtenerla.

—Mi hermano tiene razón —concuerda Izzy, me sorprendo—. La Copa es muy importante.

—Estoy acuerdo con Clary —dicen Jace y Charlotte.

—La Clave nunca ha sido confiable —comenta Ares—. La pelirroja tiene razón, no podemos dárselas en bandeja de plata.

—Además la necesitamos para recuperar a mi madre.

—¿Después de lo que te conté sobre la Clave sigues creyendo que es la mejor opción? No van a poder protegerla porque siempre hay alguien que cae en la tentación —la castaña me mira algo decepcionada—. Te haré un pacto si quieres, pero para que ese psicópata llegue a la Copa tendrá que ser sobre mi cadáver.

—Se lo que importante que es —concuerda la pelirroja—. No dejaré que ese monstruo se apodere de ella.

—Ahí lo tienes —Jace me mira—. Tienes su palabra, no solo la de Clary y la mía, también la de Charlotte.

—Y la mía —Ares se acomoda en su asiento—. Protegeremos esa Copa, pero la Clave no es una opción... por ahora.

Decido aceptar esta locura, guardo la carta en el lugar donde estaba el collar de Charlotte. La pelirroja me agradece por lo que hemos hecho, como si hubiera tenido opción. Vuelvo con los demás y en eso se activa la alarma, hay alguien que quiere ingresar al perímetro.

—Parece que intentan entrar —informa Izzy.

—Podría ser el Círculo —sugiere Jace.

—Si son ellos déjame decirte que estaré más que feliz de patear sus traseros por quitarme la oportunidad de crecer con un padre —las palabras de Charlotte son duras.

Caminamos a la salida con la guardia en alto, una vez afuera vemos una silueta cargando un cuerpo mientras camina hacia nosotros.

—No te muevas —advierto mientras elevo mi arco—. Suelta lo que tienes y levanta las manos.

—Raphael...

El nombrado deja el cuerpo del amigo de Clary en el suelo mientras Charlotte corre hasta el vampiro. Jace decide tomar el cuerpo del humano para llevarlo al sótano y lo seguimos.