ᴅᴏɴ'ᴛ ʙʟᴀᴍᴇ ᴍᴇ | ᴀʟᴇᴄ ʟɪɢʜᴛᴡᴏᴏᴅ

Capítulo 2 🪶

Charlotte:

Tenemos un humano perdido y a mi ex novio vampiro detrás de aquel secuestro. Las cosas ya están bastante tensas y que la pelirroja siga quejándose no ayuda mucho.

—Aún no comprendo —alega Clary mientras entramos al instituto—. ¿Cómo los Shadowhunters son mejores que los que llaman "mundanos"?

—Porque simplemente lo somos —respondo con arrogancia.

—Porque protegemos a los humanos —enfatiza Izzy.

—Tienes razón —Clary voltea—. Humanos. Protegen a los humanos. Dejaron a Simon solo en la camioneta. Buen trabajo, chicos.

—Es verdad que los humanos deberían tener una pizca de sentido común —le rebate Alec con seriedad.

—Tú quisiste traer a tu mascota, no nos culpes a nosotros por su desaparición —niego en dirección a la pelirroja—. Queremos ayudarte pero debes dejar de exigir cosas como si fuera una especie de reina.

—Está bien —interviene Ares—. Los vampiros, no dañaran a Simon, solo quieren la Copa y piensan que tú la tienes.

—¿Por qué creen eso? ¿Mi madre me mentiría toda mi vida excepto por: "por cierto hay una copa mágica, la escondí en el planeta Bongo pero no le digas a nadie"? —Clary suspira cansada—. ¿Qué debo hacer ahora?

—Empieza por escuchar y no actuar impulsivamente —le digo con una sonrisa falsa.

—Debemos reportarlo a la Clave —dice Alec y Jace rueda los ojos—. Deben saber que sabemos sobre Valentine.

—¿Qué? ¿Qué es mi padre? Genial. Díselos —incentiva Clary—. ¿De qué le sirve a Simon?

—Todo está conectado —responde Jace—. Los vampiros quieren la Copa.

—¿Por qué? Crea Shadowhunters.

—¿Alguna vez escuchas? —cuestiona Ares levemente irritado—. También controla demonios, y honestamente nadie quiere que el loco de tu padre forme un ejercito de Dios sabe que.

—Propondrán un intercambio. Simón por la Copa.

—Los vampiros cambiarán a Simon por la Copa y Valentine a mi madre por la Copa —resume Clary—. De cualquier modo pierdo a alguien que amo. ¿Y si la tiro al aire y dejo que se peleen entre ellos?

—Es una fantástica idea —ironizo—. Pero para empezar, ni siquiera tenemos la dichosa Copa.

—Cuando me salvaste la vida, deposité mi confianza en ti —le dice Clary a Jace—. Ahora necesito que confíen en mí. No puedo convertirme repentinamente.

—La confianza se gana y no tenemos tiempo para crear vínculos —intervengo—. Solo encontremos a ese tal Simon.

No espero respuesta de nadie y camino hasta el área de computadoras para intentar trazar un plan. Claramente con Ares estamos tensos por la reaparición de Raphael pero tenemos que intentar dejar eso de lado.

—¿Dónde está Simon? ¿En alguna cripta en Transilvania?

—Ve muchas películas —niega Ares—. Están en el Hotel DuMort, en Gasevoort.

—¿Por qué volvimos aquí? —cuestiona Clary —. Tenemos que ir allí. Vámonos. Ahora.

—Necesitamos una resolución de la Clave —le dice Alec con seriedad.

—Nosotros seis no podemos declararles la guerra a los vampiros —niega Izzy.

—No, pero debemos hacer algo —razona Ares—. Ellos atacaron primero.