ᴅᴏɴ'ᴛ ʙʟᴀᴍᴇ ᴍᴇ | ᴀʟᴇᴄ ʟɪɢʜᴛᴡᴏᴏᴅ

Prologo 🪶

Charlotte:

Corro por el bosque a toda velocidad mientras siento las pisadas de los vampiros cada vez más cerca pero no me ponen nerviosa. Solo debo seguir un poco más para estar a salvo, los hice enojar y no me arrepiento. Rompieron los acuerdos, casi matan a un humano y debían pagar por eso.

—Puedes correr, pero no esconderte —escucho una voz lejana.

—Eso es lo que tu crees, idiota.

El viento desordena y enreda mi cabello castaño, mis pies duelen ligeramente y mi respiración esta agitada. El idiota de Ares tiene razón, debo volver a entrenar para no perder practica. Volteo rápidamente hacia atrás y veo que los perdí, me apoyo en un árbol para regular mi respiración.

—Charlotte Volkova —escucho una voz masculina, me pongo a la defensiva—. Tranquila... solo queremos hablar contigo.

—¿Quién eres?

—Jace Wayland...

—Un Shadowhunter, al igual que tus amigos —interrumpo, miro a los tres chicos que lo acompañan—. ¿Qué quieren de mí?

—Hodge Starkweather dijo que podías ayudarnos —explica la chica pelirroja, alzo ambas cejas—. Necesito encontrar a mi madre.

—Creí que Hodge estaba muerto... como sea... ¿tengo cara de gsp? —cuestiono borde, no quiero involucrarme en temas de Shadowhunters—. No es mi problema, Clarissa Fairchild.

—Yo... —ella no se molesta en ocultar su asombro—. No te dije mi nombre.

Una sonrisa arrogante abarca mi rostro.

—No necesitas hacerlo, yo lo sé todo.

El chico pelinegro con un arco de flechas en su espalda avanza unos pasos. Parece el líder, tiene aspecto de serlo. No cabe duda que es un Lightwood.

—Charlotte, él nos envió aquí por algo.

—Miren, pierden su tiempo, deje esa vida hace mucho —suelto un suspiro—. No tengo nada que ver con la Copa Mortal, Nefilims, Valentine, la Clave ni nada que me acerque a ese horrible mundo.

—Por favor —la pelirroja tiene lágrimas en sus ojos—. No sabes lo que se siente, no sé donde esta mi madre y es lo único que tengo.

¿Quién se cree? Ni siquiera me conoce, claro que sé lo que es perder a alguien que amas y quedarte completamente sola en el mundo.

Estoy por responder cuando alguien se posiciona delante de mi protegiéndome, como siempre. Observo las runas en sus brazos y cuello, su cabello castaño esta mojado. Apunta a los intrusos con una ballesta, el pelinegro imita la acción con su arco.

—Ella no va a ninguna parte y será mejor que se vayan o las cosas terminarán mal —amenaza mi parabatai.

—Ares, esta bien —toco su hombro con calma, me mira mal—. Solo estamos hablando. Baja eso, por favor.

—Escuche la conversación, hemos estado huyendo de esto durante años —enfatiza, sus ojos castaños no dejan de mirarme—. No correremos hacia eso ahora, Charlie.

—Confía en mi, nunca dejaría que te pasara algo malo —le doy una leve sonrisa—. No puedo huir toda mi vida, tengo un propósito.

—Él puede venir con nosotros si quieren —ofrece el rubio llamado Jace.

—Si ella se mueve, yo me muevo. Ten por seguro que iré donde vaya —mi mejor amigo no baja la guardia, Jace frunce el ceño—. Soy su parabatai, mejor amigo y hermano, no la dejaré sola con unos desconocidos.