¿Quién eres? - En Llamas - Los Juegos del Hambre

XI

Me quede en la ventana hasta mucho después de que el bosque se haya tragado última imagen de mi hogar. Esta vez no tengo esperanza como aquella vez. En los primeros juegos, le prometí a Gale que haría todo por ganar, y ahora me he jurado a mí misma hacer todo lo que pueda para mantener a Peeta con vida.

Mi mente divaga, pero no llega a un final para que pueda descansar.

Escucho unos suaves golpes que me hacen voltear, es Effie llamándome para cenar. Con la poca fuerza que me queda del día me levanto y llego al comedor, donde están todos, esa imagen en mi cabeza de todos ellos en este lugar se había vuelto algo tan familiar, que hacían por momentos que olvidara todo.

- Me gusta tu nuevo pelo, Effie. - dice Peeta

- Gracias. Lo hice preparar especialmente para combinar con la insignia de ___. Pensaba que podríamos conseguirte una banda dorada para la pierna y quizás encontrarle a Haymitch un brazalete de oro o algo para que pudiéramos parecer un equipo. - Dice Effie. Evidentemente, no sabe que mi insignia es ahora un símbolo para los rebeldes.

- Creo que es una idea genial - dice Peeta - ¿Qué te parece, Haymitch?

- Si, da igual - contesta el. No esta bebiendo pero puedo ver qué le gustaría estar haciéndolo.

- Tal vez podríamos conseguirte a ti también una peluca - digo yo en un intento de levantar el animo. Él se limita a lanzarme una mirada que dice que lo deje en paz, y todos comemos nuestro mousse en silencio.

Las siguientes horas nos pasamos viendo las repeticiones de las cosechas, debíamos estudiar a los ... demás participantes. Notaba el dolor de Haymitch, varios de sus amigos son participes de esto, por mi culpa. Y el por mi culpa esta asi, esta enfocado a mantenerlo con vida cueste lo que cueste.

Después de un rato el sale del compartimento sin decir una palabra, y Effie lo sigue después de hacer unos pocos comentarios sobre aquellos tributos.

- ¿Por qué no duermes algo?

Porque no puedo soportar las pesadillas. No sin ti, pienso.

- ¿Qué vas a hacer? - pregunto

- Solo revisar mis notas un rato. Conseguir una imagen clara de a que nos enfrentamos. Pero lo repasare contigo por la mañana. Vete a la cama, ___.

Me levanto y me voy a la cama, y con toda seguridad, en unos minutos me despierto de una pesadilla. No puedo continuar en el compartimento, es imposible.

Ordeno leche tibia, la cosa más calmante que se me ocurre a un encargado. Oyendo voces del cuarto de la televisión entro y encuentro a Peeta. A su lado en el sofá esta la caja que Effie envió de cintas de los Juegos del Hambre. Reconozco el episodio en el cual Brutus se convirtió en vencedor.

Peeta se levanta y apaga la cinta cuando me ve.

- ¿no podias dormir?

- No mucho. - digo. Me envuelvo en la cobija con mas fuerzas al recordar mi pesadilla-

- ¿Quieres hablar de eso? - pregunta. A veces eso puede ayudar, pero yo solo sacudo la cabeza, sintiéndome débil porque gente con la que ni siquiera he luchado todavía, me persigue.

Cuando Peeta abre los brazos, voy directo hacia ellos. Es la primera vez desde que anunciaron el Quarter Quell que me ha ofrecido cualquier tipo de afecto. Rodeo con fuerza su cuello con mis brazos antes de que pueda mandarme hacer flexiones o algo. En vez de eso me sostiene cerca y entierra el rostro en mi pelo. Calor irradia del punto donde sus labios simplemente tocan mi cuello, extendiéndose lentamente por el resto de mi. Se siente tan bien, tan imposiblemente bien, que sé que no seré la primera en soltarme.

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Hola!! Y Feliz Año Nuevo!!

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H&F