Capítulo 22

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Me puse en pie, aquel doctor venía otra vez sin expresión y eso no me gustaba. Dijo:

- No contábamos con él, pero ha sobrevivido, está en la habitación 1346, ahora vamos a comenzar con el transplante. Ojalá salga bien.

Comencé a llorar, pero esta vez de alegría y corrí a la habitación que me había dicho el doctor.
Al entrar estaba dormido y los tubos de suero estaban dentro de sus venas. Me acerqué más a él, le abracé con cuidado y le miré fijamente. Una máscara que le permitía respirar ocupaba casi toda su cara, hasta que la retiré despacio y le besé en los labios. Al no poder respirar bien se despertó, sus ojos se abrieron lentamente y la luz que entraba de la ventana le daba en la cara, haciendo sus ojos más azules y su pelo más rubio. En ese momento me di cuenta de que estaba enamorada de él.
Al reconocerme sonrió y me susurró:

-Sé que me has besado, pero quiero estar despierto para poder hacerlo yo también.
Entonces me volví a acercar y nos besamos de nuevo.

- Esta es la mejor forma de decir gracias, Alma, estoy completamente enamorado de ti desde el primer momento que te vi- dijo él.

Bajé la mirada, sonreí y dije:

- Coincido contigo en eso, te quiero Paul.

Entonces entró la enfermera y nos comunicó que mi padre estaba siendo operado y había tenido un paro cardiaco, que consiguieron reanimarlo, pero estaba muy débil.
La enfermera salió corriendo y yo me tiré al suelo llorando de dolor, mi padre iba a morir, cuando de pronto entra Alfred se agacha y me abraza. Me apartó el pelo de la cara y me secó las lágrimas, puse mi cabeza sobre su hombro mientras lo abrazaba y él me tranquilizaba.
Paul no sabía nada de lo que estaba pasando y preguntó a Alfred que quien era. Al responderle que era mi hermano Paul no daba crédito a lo que oía.

Stormy WeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora