Stormy Weather

Capítulo 41

Desperté por mañana tumbada en la cama de Alfred, el me miraba algo intimidante, estaba en pie.

Me incorporé y puse las manos en mi cara, me frote los ojos y las aparté.

-Hipotermia -dijo Alfred con media sonrisa.

-¿De que te ríes?

-De lo que pasó antes de que te desmayaras.

-¿Qué pasó?

-Te besé.

-Maldito seas, ¿eras tú?

-¿Quién iba a ser si no?

-Pensé que estaba soñando.

-¿Con quién?

-No te interesa.

-Paul.

Silencio total.

Me levanté y me fui. En el salón estaba mi padre y su estirada novia.

-¿Qué te pasó ayer hija?- wow mi padre se preocupa por mí.

-Mucho frío.

-Debes abrigarte más.

-Ya - notaba como mi rebeldía subía.

-Despidete de Alfred, nos vamos.

-Ya me he despedido, te espero fuera.

Salí al jardín cerrando la puerta con un fuerte portazo.

Me subí al coche, al rato se subió mi padre, arrancó y puso dirección a casa.

Cuando llegamos él empezó a hacer el almuerzo.

-Pon la mesa Alma.

-No voy a comer, paso.

-Tienes que comer.

-No quiero y déjame en paz ya.

Me fui a mi habitación y me tiré en la cama boca abajo.

Después de un rato así se me ocurrió salir, pero sin que mi padre se enterara, tendría que explicarle a donde iba...

Me puse unos vaqueros, camiseta negra y deportivas. Abrí la ventana y salí sin hacer ruido.

Iba andando por el centro de la ciudad cuando alguien me sorprendió con un abrazo por la espalda. Marc.

-¡Ay cuánto tiempo amiga!-dijo al mismo tiempo que me abrazaba.

-Me has asustado, jajajaja -dije.

-¿Y tú tan sola deambulando por aquí? 

-No hay nada mejor que hacer.

-¿Qué te pasa?

-Nada

-Si, algo pasa y me lo vas a contar.

-De verdad, no pasa nada.

-Alma, soy tu mejor amigo, ¿no es así?

-Ahora que lo pienso si, te has convertido en la persona en la que mas confío, por eso no quiero hacerte daño contándotelo.

-¿Por qué me va a hacer daño?

-Porque tiene que ver con el chico que te gusta...

-¿Me lo dices ya o que?

-Me besó.

La expresión de Marc lo decía todo, era entre odio y tristeza, no sé explicarlo exactamente.

-¿Estas bien? -pregunté.

-No.

-Te dije que te iba a molestar.

-Lo que no entiendo es como tú de dejaste sabiendo lo que siento por él, Alma, creía que eras mi amiga, mi mejor amiga. Veo que me equivocaba.

-Déjame explicarte lo que pasó, por favor.

-Tengo prisa, adiós.

Se marchó, no quise insistir e que se quedara ahí conmigo, sabía que le había sentado muy mal eso y decidí espera a que él quisiera saber todo lo que pasó.