Capítulo 23

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Me tranquilicé poco a poco, y pasadas dos horas seguíamos allí, en esa horrible habitación, a la espera de cualquier noticia.

Solo pasó media hora, el cirujano que había operado a mi padre entró y nos comunicó que estaba en Observaciones, si al día siguiente se encontraba bien lo pasaría a planta. Esa noticia cambió mi estado de ánimo por completo, mi padre estaba fuera de peligro.

Se hacía tarde y la noche empezaba a caer, así que hablé con Alfred para dormir en su casa. La madre de Paul llegó para pasar la noche atendiéndole y tuve la impresión de que me odiaba a más no poder.

Afred habló con su madre y ella aceptó que pasara la noche en su casa. Pasados 15 minutos en la puerta un coche grande, negro y con cristales tintados, conducido por un chofer uniformado. Esta de bajó y me abrió la puerta para que me sentara. A mi lado se encontraba un mujer rubia teñida, delgada, con gafas de sol y labios pintados de carmín. Le saludé y no recibí ninguna respuesta de su parte. En su mano llevaba un precioso y caro anillo de Chanel. El camino fue silenciosos e incómodo, yo estaba deseando bajarme de ese coche y llegar de una vez a la casa para dormir y descansar después de un día tan agotador.


Llegamos por fin, primero había una alta cancela que abrieron dos jóvenes, también uniformados, pasamos por un largo camino donde alrededor veía fuentes, estatuas, flores, etc.

Al llegar a la casa, la vista no me daba para mirar toda la fachada a la vez, era demasiado grande. Entré, en el techo había una gran lámpara de cristal y no dudó que fueran también diamantes. Subí las escaleras hasta la primera planta, donde se encontraba mi habitación, que era extremadamente lujosa, en la que había un balcón desde el que se veía todo el jardín por el que habíamos pasado antes. Una de las chicas que trabajaban allí me dio un pijama, ya que no tenía nada que ponerme para dormir. Me lo puse y me fui al balcón, que era lo que más me llamaba la atención del cuarto. Pasados cinco minutos de estar allí, Alfred entró y se puso al igual que yo a mira el jardín. Me dijo:


- Yo tampoco tengo sueño.

-Yo si, pero no puedo dormir, estoy preocupada.- dije yo.

-No te preocupes, esta todo bien, mañana por la mañana el chofer nos llevará al hospital de nuevo.-dijo él.

Yo después de oir eso le abracé. Él me dijo que deberíamos dormir ya y le hice caso. Se fue a su habitación y yo me acosté, ya tranquila por lo que me había dicho Alfred.


Stormy WeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora