Capítulo 28

49 5 0
                                    

-¿Cómo está tu padre?- preguntó ella.


-Todavía no lo he visto, supongo que mejor, gracias por preguntar.


-Nada hija mía, no pienses que te odio por volver loco a mi hijo y hacer que done un órgano, la decisión fue suya, no tuya.


Sonreí aliviada y ella lo notó, me despedí y entre en la habitación de mi padre.

Él estaba dormido y yo con cuidado le besé en la mejilla, pero por mucho cuidado que tuve se despertó igualmente.


-Hola hija, estas aquí, que bien, pensé que te habías ido con tu tía de nuevo.


-No pienses esas cosas, no me puedo ir, primero porque no sé donde esta mi tía y segundo, porque ya van a dar las vacaciones de Navidad y tengo que pasarlas contigo.


-Me alegro, así estaré acompañado y podremos celebrar tu cumpleaños juntos.


Caí en la cuenta de que mi cumpleaños era el 26 de diciembre y quedaban tan solo 6 días.

Me apeteció visitar a Paul y se lo consulte a mi padre, salí de la habitación y me dirigí a la de Paul.

Una vez enfrente de la puerta, me decidí a abrirla, pero mi sorpresa fue que no estaba allí, había un señor mayor y un joven durmiendo.

Me asusté, cerré la puerta de seguida y eché a correr al mostrador de información. Pregunté por el y me confirmaron que hace dos hora le había sido dada en alta, y se había marchado a su casa.

No podía ser verdad lo que estaba escuchando, pero si, si que lo era.

Entonces volví a la habitación de mi padre y se lo conté:


-Se ha ido...


-¿Quien?


-Tu donante.


-¿Lo conocías?


-Es mi amigo.


-Demasiado amigo diría yo.


-¡No somos novios!


-No estoy diciendo que lo seáis, pero vuestras ganas de serlo son tremendas.


-Te equivocas mucho, bueno, por mi parte desde luego no existen ganas de serlo.


Stormy WeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora