Capítulo 38

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-Buenos días!! Amiga, ¿quieres ir a tomar unos helados esta tarde?


-Hola, ¿helados en pleno invierno?, no se yo...-contesté

-Lo que quieras, es solo por ir a algún sitio.

-Está bien, a las cinco en la puerta de mi casa.

-Perfecto, hasta esta tarde.


Bloqueé mi móvil y seguí pensando tumbada en mi cama, ya no era Paul lo que me preocupaba, era todo, había hecho amigas y me daba pena dejarlas así como así. Me incorporé y fui a la cocina a preparar el almuerzo.

-Hija, hoy almorzaré con Julie.-dijo mi padre- haz algo para ti sola.

-¿Cómo?Hoy es mi cumpleaños y encima el día que murió mi madre y vas a dejarme sola, ¿lo has pensado?

-Si, iremos al cementerio y cuando vuelva te traeré tu regalo.

-No quiero regalos y, ¿no te de vergüenza ir al cementerio a llevarle flores a tu difunta esposa con tu nueva novia? A mi si me daría.

-No, Julie ha hecho y está haciendo mucho por mí.

-Haz lo que quieras. No me enfadaré.

-Vale, después te veo, adiós.

Cerró la puerta y se fue sin más. Yo me preparé una hamburguesa y la puse en el pan con queso y un poco de ketchup.

Me senté en la mesa y encendí la televisión. Nada interesante.

Terminé mi hamburguesa y fui a mi habitación a preparar la ropa para la tarde, después de esto me duché.

Después de secarme me puse unos pantalones negros, una camiseta blanca y encima un jersey burdeos. Me até las Converse y cogí mi bolso negro con todo lo que llevaba siempre; llaves, móvil, lápiz de ojos, rimel, chicles, etc, etc. 

Salí de mi casa y enfrente de ella Marc estaba esperando.

-Hola Alma, que guapa vas.-dijo él.

-¿En serio? Creo que tu prudencia es muy avanzada, no te apures, sé que estoy horrible.

-Es en serio, nunca bromeo ni miento, me gusta tu estilo.

-Y a mi el tuyo, vas estupendo también.

-¿Qué tal Alfred?

-Y esa pregunta, ¿a qué viene?

-Somos todos amigos, ¿no?

-Claro, esta bien, supongo, se fue a su casa ayer.

-¿Si? ¿Cuándo volverá?

-No tengo ni idea, la verdad, pero no te preocupes cuando venga os avisamos y salimos todos.

-¿Tiene novia?

-No, tuvo la última hace dos meses creo y ahora no quiere chicas.

-Mejor.

-Si, no eres el único soltero, eso te alivia.

-Como lo sabes.

-Tengo una buena noticia, me quedo aquí para siempre.

-¡Oh que bien! Solo falta que Alfred se mude a tu casa.

-¿Pero a ti que te pasa? No paras de hablar de él.

-No me pasa nada.

-¿Y si te beso?

-¿Qué mosca te ha picado Alma?

-Ninguna.

Seguidamente me acerqué a él y le di un beso corto en los labios.

-¡Alma!

-Ya. Era para que te callases de una maldita vez.

-Alma, amiga, creo que debo de contarte algo, a mi no...



Stormy WeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora