Stormy Weather

Capítulo 29

A diario entraban y salían médicos y enfermeras de la habitación, para controlar la recuperación de mi padre. Solo estuvo tres días ingresado cuando le dieron el alta y nos marchamos a casa.

23 de diciembre.

Solo quedaba un día para Noche Buena, mi padre y yo fuimos a comprar cosas para la noche del 24; jamón, queso, pavo, refrescos, bebidas alcohólicas, dulces, y todo tipo de cosas.

Llegamos a casa y nos pusimos a guardar la compra. Mientras metía los refrescos en el frigorífico, pensaba, ¿para qué compramos tantas cosas si nada más que estamos los dos?

Entonces se lo pregunté a mi padre y me contestó:

-No, viene tu hermano Alfred y su madre, estamos empezando de nuevo una relación, es fantástico, ¿verdad?

-No, no me hace la mas mínima ilusión cenar con esa mujer tan estirada y antipática y su hijo taaaaan pesado como es, me niego.

-Pues vas a cenar quieras o no, porque cuanto termine la Navidad te volverás con tu tía, eso es lo que quieres y yo te dejo ir, pero ahora vas a estar conmigo.

-Esta bien.

De pronto me entraron unas inmensas ganas de escuchar música, llevaba como dos semanas sin hacerlo, pero, en casa de mi padre no había ni una triste cinta de casette. Entonces le dije a mi padre que si podía salir un momento, se me ocurrió comprar algo de música, la Navidad sería muy aburrida sin escuchar al menos un villancico.

Salí con dirección a un centro comercial que había a unas cuantas manzanas de mi casa.

En solo media hora estaba allí, busqué una tienda musical y entre decidida.

Me perdía entre calles y calles de discos de todas épocas y de todas formas; CDs, vinilos, casettes, etc.

Miraba uno por uno, llevaba un CD de villancicos, pero estaba buscando para mí más discos de cantantes que admiraba y que extrañamente ninguno era jóven.

Al lado mía, una chica de mi edad, mas o menos, tenía en las manos un magnífico vinilo de los Beatles, justo el que estaba buscando, desde hace mucho tiempo además. Me acerqué a ella y le pregunté:

-Perdona,¿donde está ese disco?

-Están en esa estantería de allí, están todos los de Beatles, ¿te gustan?

-Me encantan, ellos y toda la música de antes del 2000, algo muy raro.

-No creas que eres la única, yo tengo adicción a comprar vinilos y la mayoría de cantantes que escucho ni siquiera están vivos.

-¡¿En serio!? Que raro se me hace hablar con alguien que tenga mis mismos gustos.

- Y a mi, por cierto, ¿cuántos años tienes?

-En tres días cumplo 16, ¿y tú?

-Los cumplí el mes pasado, tenemos la misma edad.

-¿Te apetece tomar un chocolate caliente?

-Si

Pagamos nuestros discos y nos fuimos a la cafetería. Pasamos la tarde entera hablando de música, había encontrado una amiga.

Se hizo tarde, nos dimos los números de teléfono y las direcciones y quedamos en que ya hablaríamos para vernos otra vez.

No me quiso decir su nombre, solo me dijo que la llamara Pat y así lo hice, era muy misteriosa.