Capítulo 26

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Entonces me acerqué a él y le dije:


-Mira Alfred, lo siento, no pretendas tener conmigo una relación más allá de la de ahora, somos hermanos y se acabó.


- Permíteme solo un beso.


-Ni en la mejilla. Y ahora vas a salir de aquí, vamos a ir al hospital y me voy a quedar cuidando de mi padre, ¿entendido?


-Te olvidas de una cosa, esta es mi casa, y se hace lo que yo diga, y tu ahora te quedas aquí.


-Ni en sueños.- dije yo pensando que estaba bromeando.


-Piensas que no es en serio y estas muy equivocada, te quiero Alma y no quiero que seas mi hermana, haría cualquier cosa por darte un beso ahora mismo, haría cualquier cosa por ti.


-Si es verdad, déjame vestirme de una vez y llévame al hospital, es lo que necesito ahora mismo.


No dijo nada, se fue inmediatamente y cerró la puerta.

Me desvestí y me puse la ropa del día anterior, salí de la habitación, bajé las escaleras y salí a la puerta donde estaba el coche preparado para salir. Alfred se encontraba dentro. Abrí la puerta y me monté, nuestras miradas se volvieron a cruzar y otra vez la de él no se despistó ni un segundo de mí.

El camino bajo la atenta mirada de Alfred se hizo largo e intimidante, en ese momento me repugnaba mirarle, al pensar lo que le rondaba por la cabeza al verme.

Por fin llegamos, corrí hasta el mostrador de la sala de espera, donde me confirmaron la habitación donde estaba mi padre, subí, pero por los pasillos me encontré a la madre de Paul, que al verme me fulminó con la mirada y me paró el paso para hablar conmigo, su expresión de odio lo decía todo.



Stormy WeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora